El economista Rafael Quiroz presentó hoy su quinto libro: “Los Presidentes y el petróleo”. Y próximamente publicará “El petróleo en la era chavista. Auge y Desfalco de la mayor bonanza petrolera de la historia”
“El aciago momento que vive Venezuela exige absolutamente de todos nosotros un compromiso que vaya más allá del petróleo, de los partidos políticos, del debate generacional y del ego desmedido, que nos lleva ya por 49 precandidatos presidenciales, en una sociedad en la que muchos -aún sin probidad- se sienten predestinados para salvar el país”, señala Rafael Quiroz Serrano en el bautizo de su libro “Los presidentes y el petróleo. Historia petrolera de la democracia venezolana”, este viernes 22 de julio.
El concurrido evento en el Hotel Tamanaco contó con la participación del líder socialcristiano Eduardo Fernández (padrino de la obra), el politólogo John Magdaleno (prologuista), el ex embajador de Venezuela en Kuwait, Qatar, los Emiratos Árabes, Corea del Sur y Libia, Julio César Pineda, y la periodista Rosa Colmenares (moderadora).
La obra -el tercero de Quiroz Serrano sobre el petróleo– describe y analiza las políticas petroleras de los ocho quinquenios presidenciales de la era democrática venezolana (1959-1998) y sus antecedentes históricos, desde la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935) hasta la de Marcos Pérez Jiménez (1948-1958).
Dejó por fuera las regímenes chavistas de Hugo Chávez y Nicolás maduro del siglo 21, a propósito.
En este libro “no hay cabida para un régimen que negó -en todo momento- los espacios para el cumplimiento de los preceptos y principios de la democracia”, como separación e independencia de poderes, alternabilidad en el poder y respeto de los derechos humanos y la institucionalidad, destaca el autor.
Pero su análisis sobre el petróleo de la llamada revolución socialista del siglo 21 vendrá pronto y ya tiene título también: “El petróleo en la era chavista. Auge y Desfalco de la mayor bonanza petrolera de la historia”.
En el evento de este 22 de julio, el experto petrolero destacó que hay cinco ideas que pueden tomarse como principales conclusiones de su más reciente obra publicada:
Durante la jornada, el economista petrolero cuestionó la calidad del liderazgo venezolano y parafraseando a Simón Bolívar advirtió que si los mejores hombres y mujeres del país se alejan de la vida pública, la República seguirá estando en manos de los pillos.
Los expositores también destacaron la urgente necesidad de que Venezuela logré construir un nuevo consenso nacional sobre su modelo de desarrollo económico, para salir de su situación actual, caracterizada por un Producto Interno Bruto que es casi 80% menor al que existía hace apenas nueve años.
John Magdaleno, en el prólogo del libro, enfatizó que Venezuela tiene alrededor de cuatro décadas consecutivas intentando conseguir un nuevo consenso sobre esa estrategia de desarrollo y que todos los ensayos implementados hasta el momento no han servido para lograrlo.
“El intento de planificación estatal ensayado a partir de 2007 es el que ha contado con menos respaldo. De hecho, a juzgar por la evidencia disponible, Chávez ni siquiera se preocupó por forjar un consenso mínimo (…) había la decisión de promover un modelo económico abiertamente anticapitalista sin mayor discusión: el llamado socialismo del siglo 21. Un experimento que no aprendió nada de los gravísimos errores del socialismo real del siglo 20, a juzgar por los niveles de dogmatismo ideológico, de desconocimiento sobre la materia económica, de su carácter marcadamente antidemocrático y del extraordinario incremento del poder central y presidencial”, concluye Magdaleno.
El politólogo señala que una política petrolera fiscalista a secas, en el marco de un régimen autoritario, no servirá de mucho al país para democratizarse ni para recuperar la economía.
Su prólogo sugiere incluso al madurismo recordar lo alcanzado a favor del país por los gobiernos de López Contreras y Medina Angarita, que a pesar de ser parte del legado de la dictadura gomecista actuaron como “liberalizadores” y dieron respuestas concretas a desafíos claves de sus épocas.
El diplomático Julio César Pineda invitó al poder de turno a tratar de emular ejemplos exitosos de países petroleros, que en lugar de privilegiar solo a las nuevas élites gobernantes y a sus círculos sociales, consiguieron efectivamente el desarrollo de sus pueblos en forma progresiva.
Recordó el caso de Libia, bajo el mandato de Muamar al Kadhafi, un país que a pesar de llegar a producir más de tres millones de barriles diarios de petróleo y con solo cuatro millones de habitantes, no supo administrar sus riquezas y cuyo líder terminó asesinado por milicianos en 2011, tras 42 años de gobierno (y después de una intervención militar de EEUU y sus aliados).
Y lo contrastó con el de Kuwait, al resaltar que este país árabe sí ha sabido “sembrar el petróleo” y usar este recurso natural para diversificar y apalancar su economía, y para darle a todos sus conciudadanos una mejor calidad de vida.
“Es increíble el desarrollo que ha logrado Kuwait hasta ahora. Allí la educación es absolutamente gratis, las becas al exterior están garantizadas para estudios superiores, el agua que se consume interna es gratis y toda desalinizada, el teléfono doméstico es gratuito e incluso los jóvenes, cuando van a contraer matrimonio, reciben unos 20 mil dinares, que son unos 60 mil dólares, para empezar a formar familia”, precisó.
A su juicio, es absurdo que Venezuela, con sus enormes recursos petroleros y su capital humano, mantenga una economía destrozada y no haya logrado aún usar efectivamente al petróleo como instrumento para el desarrollo de todos y no solo de unos pocos.
“El petróleo es uno de los bienes que necesita la sociedad industrial hasta que las energías alternas puedan ser una realidad. Tanto es así que países como Alemania, con un canciller ecologista, ha tenido que volver nuevamente al uso del petróleo, del carbón y de la energía nuclear, que había estado proscrita en Alemania y otros países europeos (…) Hay tiempo para que las cosas cambien. Creo que nunca hemos tenido un presidente petrolero, que haya aprovechado todos los recursos que tenemos para un verdadero desarrollo nacional. Las nuevas generaciones vienen con otros criterios y otras aptitudes, y esperamos con ellas poder abrir otros caminos y otros rumbos”, concluyó Pineda.
Eduardo Fernández, por su parte, espera que para entrar verdaderamente en el siglo 21 Venezuela no tenga que esperar mucho tiempo más. “Para entrar al siglo 20 esperamos hasta 1935, cuando murió Gómez”, recordó.
El economista Rafael Quiroz Serrano, experto en temas de petróleo y energía, explica que la salida de las firmas extranjeras Total y Equinor expone el drama de la industria petrolera venezolana, necesitada de enormes inversiones que el regimen chavista de Nicolás Maduro no está en capacidad de aportar.
Rafael Quiroz Serrano (@Rafaelquiroz1) economista experto en petróleo afirmó que la capacidad de refinación petrolera instalada en Venezuela es de 1 millón 300 mil barriles pero actualmente se está operando con el 34% de la capacidad, se refina cerca de 390 mil barriles diarios.
