Que alguien pueda ir al estadio a ver un partido de béisbol varias veces al mes o viajar a Los Roques no significa que todos en Venezuela tengan la misma oportunidad. La mayoría no alcanza a generar más 200 dólares y se enfrenta a mayores dificultades. ¿Dónde están los que sí viven estas experiencias? Aquí lo indicamos
Que un tiktoker extranjero quiera mostrar que en Venezuela todo está bien porque un grupo de personas asiste a partidos de béisbol y conciertos, no significa que sea esa la realidad de todo un país. Los datos son claros: la desigualdad existe y se percibe en las calles, sobre todo en las regiones, y en las últimas semanas solo se ha hecho más evidente.
Motivos hay: el salario mínimo es menor a 3 dólares y no se ajusta desde hace dos años; y quienes perciben ingresos en dólares se enfrentan a una brecha cambiaria que no para de crecer. Todo esto hace que el dinero alcance para mucho menos.
Según datos de Ecoanalítica, ofrecidos en su foro Perspectivas Económicas 2025, 16,9 millones de personas ganan 300 dólares o menos al mes en Venezuela. Son ellos los que sufren las mayores consecuencias de una economía en crisis y para los que hay menos oportunidades de cubrir lo básico.
¿Cómo otras personas logran mostrar una vida diferente a la mayoría? Porque en Venezuela algunos pueden ganar 1.000 dólares o más mensualmente.
La consultora Ecoanalítica registró que alrededor de 3.250.000 personas reciben entre 300 y 600 dólares; 880 mil generan entre 600 y 1.000 dólares, y apenas 660.000 venezolanos pueden ganar 1.000 dólares o más. Es este último grupo el que tiene más acceso a un universo de actividades y recursos que otros ven inalcanzables, como viajar a Los Roques o Canaima, o simplemente comprar ropa en una tienda de lujo.
De acuerdo con datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2023 (Encovi) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), una parte de ese grupo está integrado por profesionales con cargos de alto nivel, quienes pueden percibir 50% más de ingresos que un bachiller o un técnico medio.
Lo cierto es que la desigualdad no solo se ve en los ingresos, sino que se agudiza de acuerdo a la región donde la persona esté ubicada.
Asdrúbal Oliveros, director de Econoanalítica, explicó que la mayor actividad económica está concentrada en Distrito Capital, Miranda, Táchira (zona fronteriza), Portuguesa (producción agrícola) y Anzoátegui (refinerías). Esto se traduce en que las mejores ofertas laborales están en estos estados y también en que las empresas, dependiendo del sector, tienen mayores oportunidades si sus negocios están presentes allí.
Lo que Econalítica registra también lo ha reportado el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), que indicó en su último informe que los empleados que trabajan en Caracas ganan dos veces más que en el resto del país.
El OVF señala que la remuneración promedio de los trabajadores sector comercio y servicios del Área Metropolitana de Caracas en el tercer trimestre de 2024 se ubicó en US$ 241 mensuales, un aumento de 19,3% respecto al mismo trimestre de 2023. Esto ocurre mientras que en otros estados el ingreso promedio de remuneración está sobre los 110 dólares.
Los efectos de esta situación ha sido la migración interna a los estados centrales del país, donde las personas encuentran mayor estabilidad de los servicios básicos y empleos.
La Encovi 2023 lo reportó también: 2.1 millones de venezolanos decidieron mudarse a estados centrales y aunque 80% lo hizo por razones personales, el 15% dijo que lo hizo para conseguir un mejor trabajo.
Los datos de ingresos ofrecidos por Ecoanalítica corresponden a personas que trabajan en el sector privado o que decidieron emprender.
La brecha con relación a los ingresos de la administración pública es clara porque alguien que trabaja en una empresa privada puede ganar cuatro veces más, según el OVF. Mientras eso ocurre, los trabajadores públicos venezolanos, o quienes ya están pensionados, deben conformarse con un salario mínimo de 130 bolívares y un ingreso mensual que está indexado al valor del dólar que establece el Banco Central de Venezuela.
Este pago mensual se conoce como «Bono contra la guerra económica» y se entrega a través del Sistema Patria a trabajadores públicos activos, jubilados y pensionados. El monto más alto lo reciben quienes están aún trabajando en alguna empresa del Estado y equivale a 90 dólares.
Pero incluso así no alcanza: la canasta alimentaria cuesta 531,57 dólares, según Cendas -FVM y a pesar de que el hambre no espera, la decisión de mantener el salario mínimo más bajo de la región no parece que vaya a cambiar.
En una economía duramente golpeada como la venezolana, colocar los precios en dólares y pagar con la cotizada divisa es el pan de cada día.
Para el director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, la creación de una nueva comisión de asesoría económica por Maduro no va a resolver los problemas económicos del pais.
