Espectáculos

¿Por qué Libertador tiene todo en contra camino al Oscar?

Un comité de expertos decidió que la cinta de Alberto Arvelo representará a Venezuela en ese largo recorrido que tiene como fin ingresar a la lista de las cinco candidatas a la categoría de Mejor Película De Habla No Inglesa. La gesta que lidera Édgar Ramírez venció por 9 votos a 6 a "Pelo Malo", la cinta de Mariana Rondón. ¿Cuáles son las oportunidades reales que tiene Simón Bolívar de desenvainar la espada de América Latina en La Academia? 

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Si Libertador llega a buen puerto sería un verdadero batacazo. ¿Por qué? Independientemente de su valor técnico (que lo tiene) y su débil guión (personajes caricaturizados, trama maniquea y tergiversada), son muchos los elementos externos que conspiran para que lo logre. Veamos.

El idioma.

De 1958 a 2013, solo 38 películas habladas en español han sido candidatas al Óscar. De ellas, apenas seis han logrado la ansiada estatuilla. La repartición del triunfo no es democrática: España (4) y Argentina (2).

La trama

Observemos los títulos de los filmes ganadores en habla hispana:

Volver a Empezar (Jose Luis Garci, 1982).

La historia oficial (Luis Puenzo, 1985)

Belle Époque (Fernando Trueba, 1993).

Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar, 1999).

Mar Adentro (Alejandro Almenabar, 2004).

El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009).

secreto

Guiones disímiles que coinciden en el fondo: historias, en teoría pequeñas, que indagan sobre la naturaleza del ser humano; reflejan sus expectativas, miedos y/o reflexionan sobre el pasado y la consecuencia en el futuro. No hay épicas batallas ni personajes unidimensionales como el Libertador de Árvelo, muy cercano al arquetipo del superhéroe tradicional.

La moda

Repasemos la última década. No hay filmes ganadores que hagan gala de efectos visuales ni luchas a campo abierto. Apenas si el ambiente bélico es un contexto para «The Counterfreites» (2007) y «The Lives of Others» (2006). La primera se desarrolla en la la Segunda Guerra Mundial y la segunda en Berlín de la «Guerra Fría». En el resto encontramos un enorme interés del jurado por testimonios íntimos, que retan a la tradición occidental. Por ejemplo, la celebración de la muerte en Francia (The Bárvarian Invasions, 2003); el derecho a la eutanasia en España (Mar Adentro, 2004); violencia de los marginados en Suráfrica (Tsotsi 2005); la solemnidad en el trato de los cadáveres en Japón (Departures, 2008); bullying y venganza en Dinamarca (In a Better World, 2010); la burocracia para divorciarse en Irán (A Separation, 2011); amor y vejez en Paris (Amour, 2012) y el desencanto La dolce vita en Italia (La Grande Bellezza, 2013). La única que se sale del molde es la argentina «El secreto de sus ojos» (2009), una thriller policial.

Tendríamos que retroceder hasta 1968 para encontrar un filme que tenga similitudes con Libertador: «Guerra y Paz», adaptación del clásico de León Tolstoi, a cargo de Serguéi Bondarchuk y que significó un Óscar para la Unión Soviética.

¿Puede, al menos, ser nominada?

El histórico indica que es poco probable. El primero de septiembre, el crítico Rodolfo Izaguirre le dijo lo siguiente a la periodista Andreína Martínez Santisso, de El Nacional: “Cintas como esa (Pelo Malo) merecen un Oscar no solo por los valores que significan para el venezolano, sino para el mundo entero. A mi parecer filmes como Libertador no interesan a la Academia porque son revisiones históricas y hoy el interés está en otro lado, sobre todo en lo social”.

Una fuente que trabajó en Libertador nos reveló que 30, de los 50 millones de dólares que costó, fueron otorgados por el estado venezolano. Socialismo del siglo XXI.

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