«La familia de George Michael agradece a sus fans en todo el mundo por sus numerosos mensajes de amor y de apoyo», expresó su familia.
A principios de marzo, la policía británica concluyó que el cantante falleció por «causas naturales».
«La investigación sobre la muerte de George Michael ha terminado», anunció Darren Salter, el responsable del servicio de medicina legal del condado de Oxfordshire, al oeste de Londres.
Según él, George Michael, fallecido el 25 de diciembre de 2016 a los 53 años, murió tras una miocardiopatía dilatada con miocarditis, es decir un debilitamiento del músculo cardíaco, e hígado graso, que se traduce en una acumulación de grasa en las células del hígado.
Las especulaciones sobre una posible sobredosis de drogas o medicamentos fueron así descartadas. Pero las dos patologías que sufría el cantante, hijo de un griego chipriota y de una inglesa, evidencian un estilo de vida de excesos.
Georgios Kyriacos Panayiotou -su verdadero nombre- protagonizó varios incidentes vinculados al consumo de drogas (cannabis y crack) y alcohol.
El cuerpo sin vida del intérprete de «Freedom» y «Careless Whisper» fue descubierto en su domicilio de Goring, al oste de la capital británica, por su compañero, Fadi Fawaz.
Su muerte suscitó una enorme emoción y una ola de homenajes en el Reino Unido y en todo el mundo.
Retirado en los últimos años, Michael, que vendió más de 100 millones de discos, preparaba un álbum y un documental autobiográfico.