Episodio 701: Game of Thrones y el mapa para la guerra

De lo mejor: “con dos buenas manos” y la recomendación de matar a un hermano.
El episodio, además, usa recursos narrativos ya probados –con buenos resultados- al final de la sexta temporada. Muchos de los escenarios se repiten: la reunión encabezada por Jon Snow con las casas del norte y la fiereza de Lady Lyanna Mormont, por ejemplo. Allí se incluye el truco de comenzar el episodio con el festín de los Frey. ¿Acaso Walder no estaba muerto ya? El objetivo de confundir al espectador con lo que luce como un flashback resulta, aunque dura poco. Sabemos entonces que Arya está mostrando lo que es capaz de hacer con lo aprendido en La casa de negro y blanco. Ya no es una niña que entrena, sino una fuerte mujer combatiente y fría, capaz de matar en masa.

De lo mejor: “Deja a un lobo vivo y la oveja nunca estará a salvo”.
Este primer capítulo está hecho como pieza de una estructura más grande, como la base para lo que viene. Por eso no fue tan impactante o sorprendente, sin momento para aguantar el aliento. Fue una gran exposición de dónde está y qué está haciendo cada uno de los personajes que jugará un rol esta temporada, incluso los White Walkers con apenas una aparición para demostrar que su ejército aumenta, literalmente, en tamaño y proporción: la gran amenaza y la que distrae más al aún recién proclamado Rey en el Norte, como bien lo apunta Sansa en una conversación que se sintió sincera, cercana, honesta –algo que no abunda entre los personajes.
La importancia de los mapas

En el Norte, Jon Snow se muestra como un monarca comprensivo pero determinado, aplicando lecciones de Ned Stark (con el respeto a las tradiciones y la compasión de quien se muestra grande), pero pensando fuera de la caja para sobrevivir (el primero en aliarse a los Wildlings y asignarles la vigilancia del Muro). Su intercambio con Sansa puede ser una primera grieta a explorar más adelante. Después de todo, ella creció viendo el manejo del poder en King’s Landing, con los Lannister y los Tyrrell, y escuchando a Lord Baelish, a quien aparentemente ya sabe cómo descifrar. Es la única.
Al sur, Daenerys conquista sin ninguna resistencia Dragonstone, el sitio donde nació, la base de su dinastía (la única familia que no es de Westeros, por cierto, sino de Essos, pero que tomó ese lugar y desde allí se extendió por los Siete Reinos) y el fuerte desde donde Aegon Targaryen planificó, ejecutó y triunfó en su dominio absoluto siglos atrás. También, el último reducto de los domadores de dragones cuando Robert Baratheon asumió el poder, y que luego se convirtió en base de operaciones de Stannis (hemos visto ese cuarto de guerra en la temporada 2, y sobre la mesa la Mujer Roja “tomó” al que consideraba debía ser Rey, según el Dios del Fuego).

No es casual que ese escritorio tenga todo un mapa de Westeros tallado. Le será de buen uso a Daenerys, quien antes de sentarse en el trono que le corresponde ya estaba priorizando los encuentros en ese salón de guerra –«Shall we begin?». Tampoco es casual que Cersei haya mandado a pintar uno en el piso del palacio. Es el juego de poder graficado, las alianzas, las distribuciones geográficas de amigos y enemigos. Algo fundamental pues no basta con habilidades de guerra, sino saber quién puede soltar un sonoro “Conmigo no cuenten” a la hora de la chiquita. Bien lo dice Jaime: los Lannister parecen cada vez menos los del lado ganador… el lado correcto de la historia. Después de todo, tres dragones y un ejército de tierra y de mar enorme se ven como 7,5 millones de votos en una protesta ciudadana.
Dragonheart

Daenerys no tuvo ni que hablar para ser la protagonista absoluta de la premier de Game of Thrones. Tampoco mostrarse demasiado. Su presencia y su fortaleza ya se han hecho inevitables para los demás.
Por eso Cersei la tiene como enemiga primordial, por eso Euron aprovecha su flota como moneda de cambio frente a la monarca, por eso Sansa se la menciona a Jon Snow (que aún no sabe que la madre de dragones es su tía), por eso Jorah aún la espera encerrado y con la psoriagris abarcando cada vez más su cuerpo, por eso Lord Royce dice que los Targaryen no son confiables y, aunque no lo sepa, por eso Sam le quiere decir a Jon que en Dragonheart está la clave para combatir a los Caminantes Blancos. Nunca olvidemos que los libros son titulados Canción de hielo y fuego.

El segundo capítulo de la temporada continuará dándole prioridad a Daenerys. Lo anuncia desde su título, Stormborn, que forma parte del propio nombre de la catira. Por ejemplo, la primera reunión en el salón de guerra, con Yara Greyjoy dibujando una estrategia militar, mostrará hacia dónde apuntan las decisiones. Algo que nadie puede adelantar, porque la historia de la Rompedora de cadenas avanza más rápido en la pantalla que en los libros de George R.R. Martin.
El otro descubrimiento importante sobre la isla que ahora ocupan tres dragones y un ejército es que allí puede estar la clave para derrotar al Rey de la noche: el vidriagón (dragonglass), uno de los dos materiales que pueden destruirlos –el otro es el acero valyrio que se hacía en aquella ciudad desaparecida de la cual solo los Targaryen son sobrevivientes, un cuento largo previo a los eventos narrados en GoT.
En la serie hay al menos cuatro espadas con ese tipo de metal: las de Jon Snow, Jamie Lannister, Brienne de Tarth, Samwell Tarly y una daga que pertenece a Petyr Baelish pero no se sabe su paradero desde la primera temporada (y sale dibujada en el libro que Sam sacó de la biblioteca prohibida).
Para estar pendientes

Arya Stark está determinada a matar a Cersei Lannister, y es quizá la única enemiga de la reina de la cual la mujer no está enterada. También puede ser la más arriesgada, la más furtiva y la más letal. Ella no tiene nada que perder, ni intereses que cuidar, ni alianzas que mantener. Lo suyo es venganza pura.
Tyrion es la mano derecha de la reina que quiere recuperar el trono de su padre. Por primera vez se le vio tan disminuido, tan “de reparto”. ¿Será él quien sirva de botín para que Cersei admita a Euron como consorte?
Para quienes busquen más sexo, no dejen de ver los intercambios entre Yara y Ellaria Sand.
Desde el segundo episodio veremos la interacción directa entre Lord Varys y Daenerys. No olvidemos que Varys fue leal a Aegon y Rhaegar Targaryen durante la revolución de Robert Baratheon, así que sus verdaderas lealtades pueden estar por notarse finalmente. Además, hasta ahora no los hemos visto ni conversar y los diálogos de ese personaje suelen ser muy bien escritos.

The Hound le perdió miedo al fuego, y hasta vio una guerra por venir. Un adelanto de lo que se prepara para más adelante en la temporada: batallas más al norte, en campos nevados, donde Beric Dondarrion –con su espada de fuego– y Jon Snow, junto al propio Clegane, combaten juntos.
Samwell Tarly jugará un papel cada vez más relevante. La importancia de registrar la historia, como le dijo el archimaestre interpretado por el genial Jim Broadbent (ganador del Oscar, por cierto), hace pensar que, quizá, el ratón de biblioteca –y de letrinas– es el verdadero narrador de todo este cuento, el escritor de los libros que firma un tal Martin.
No olvidemos que, ahora sí, los productores David Benioff y D.B. Weiss saben cómo termina la historia completa. George R.R. Martin los ha informado sobre los avances de sus letras, y esta es la primera temporada hecha en total conocimiento del desenlace, con detalles.

Este es el avance del siguiente episodio de la séptima temporada: