La voraz inflación y las distorsiones en los precios por escasez de materiales y excesivas regulaciones impiden que los venezolanos tengan acceso a una vivienda. Comprar resulta imposible tomando en cuenta los altos costos y la poca oferta, pero alquilar también se ha hecho cuesta arriba para el erosionado poder adquisitivo de la población.
La voraz inflación y las distorsiones en los precios por escasez de materiales y excesivas regulaciones impiden que los venezolanos tengan acceso a una vivienda. Comprar resulta imposible tomando en cuenta los altos costos y la poca oferta, pero alquilar también se ha hecho cuesta arriba para el erosionado poder adquisitivo de la población.
La Resolución 116° del Ministerio de Hábitat y Vivienda establece los nuevos montos máximos de los financiamientos que pueden otorgarse con los recursos del Fondo de Ahorro Obligatorio para la Vivienda (FAOV) o del Fondo de Ahorro Voluntario para la Vivienda (FAVV), administrados por el Banco Nacional de Vivienda y Hábitat (Banavih).
El ministro para la Vivienda y Hábitat, Manuel Quevedo, informó que los montos de créditos para la adquisición de viviendas a través de la Ley de Política Habitacional aumentarán de 500.000 a 3 millones de bolívares.
Entre Bs 28.944 (3 salarios mínimos) y Bs 192.980 deben ganar las familias que pretendan solicitar créditos a través de la Ley de Política Habitacional. El tope máximo de los préstamos a través del Fondo de Ahorro Obligatorio para la Vivienda (FAOV) es de Bs 500.000.
El gobierno amplió el monto para que las familias puedan acceder a los créditos hipotecarios otorgados a través de la Ley de Política Habitacional. Sin embargo, el tope del préstamo es de apenas Bs 500.000, lo cual apenas cubre el costo de la cerámica para la cocina.