El paraíso queda a una hora de Caracas
En una ciudad tan caótica como Caracas quedan pocos espacios para el esparcimiento y goce. La necesidad de un break se ha convertido en una constante. Para algunos ha sido difícil dar con una alternativa distinta, que les permita respirar y conseguir tranquilidad. El edén no se encuentra en homilías sino a la vuelta de la esquina. La única condición para entrar en sus cristalinas dimensiones es “relajarse”