Héctor Padula, de choza y de palacio
La copa flauta le parece una torpeza: la nariz queda fuera y no deja apreciar el aroma del champán. Pero su comida favorita es el perro caliente. Describe vinos con maestría y advierte que los sirve en copas por cepa. Pero delira por una Coca-Cola Light bien fría. Contradictorio hasta en sus dos profesiones, cocina y anestesiología, así es el chef de Recoveco, el restorán mejor logrado que flota sobre Galipán