Sexo para Leer: ahora y donde sea
El sexo “no tiene horario ni fecha en el calendario”. “Cuando las ganas se juntan” el deseo no se controla. Una mirada basta para saciar dos cuerpos ávidos de manos, bocas, lenguas y toqueteo. No importa el lugar, solo importa lo que se quiere hacer y con quien se quiere hacer. Descubre en este relato erótico de Orina Montilla dónde y cuándo es el momento de actuar 11pm. Camila llegó al local nocturno donde se disponía a emborrachar para celebrar su graduación. Llevaba una camisa blanca ajustada y un pintoresco sombrero que decía “Licenciada”. Con un jean pegadito al cuerpo y unos tacones marrones muy altos llegó contoneando su cuerpo de lado a lado al compás de la música, una música visceral, esa que evoca movimientos pélvicos casi ancestrales, la que el cerebro réptil reconoce y relaciona con nuestro entrepierna. Jesús llevaba rato en el lugar. Él por su lado celebraba un ascenso bien merecido y se encontraba disfrutando de una noche liberadora para enfrentar el lunes siguiente las nuevas responsabilidades que le venían. De pronto la vio, miró, casi midiéndolo, el trasero de Camila y haciendo un gesto con sus manos y su boca en forma de “u” se la imaginó entre sus brazos bailando para él.