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¿Quieres ahorrar? aplica la regla 50-30-20

A la hora de ahorrar, uno de los métodos que más ayuda a conseguir ese “dinero extra” que se necesita es la Regla 50/30/20

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La inflación en el mundo ha llevado a muchas personas a revisar sus finanzas personales para cuidar su dinero. En Venezuela, tras casi una década de crisis económica, muchos se preguntan si es posible vivir en uno de los países con mayor inflación del mundo y poder ahorrar el invertir. La respuesta para algunos especialistas es que sí.

La contención económica tiene que partir desde casa. El establecer un orden al momento en el que ingresa el dinero permite ampliar la imagen de cómo está la situación financiera y cuáles son los límites a la hora de efectuar gastos.

dólares

Bajo esta lógica se basa la estrategia 50-30-20, una regla sencilla. Para llevarla a cabo, es necesario saber cuál es el límite de gasto que podemos acometer en cada una de las tres partidas principales. Esta acción se debe realizar desde el día en que se reciben los ingresos. La regla permitirá identificar problemas, si necesitamos ganar más dinero o recortar gastos.

Los ingresos se dividirán en tres grandes categorías: necesidades, deseos y ahorros e inversiones.

El 50% de los ingresos a necesidades y gastos

En primer lugar, el 50% de los ingresos deben destinarse a necesidades y gastos imprescindibles: alquiler, servicios, comida, gasolina, recibos de suministros.

Si los gastos necesarios suponen más de la mitad de nuestros ingresos, es posible que tengamos que recortar gastos o echar mano de las otras categorías.

El 20% al ahorro e inversión

Esta categoría incluye ahorros líquidos, como un fondo de emergencia, ahorros para la jubilación, u objetivos en definitiva de sumar dinero con la idea de no tocarlo hasta que sea el momento de su cometido.

Los expertos recomiendan tener suficiente dinero en efectivo en su fondo de emergencia para cubrir entre tres y seis meses de gastos de subsistencia.

El 30% para gastos no esenciales

En esta categoría se incluye todo lo que no se considera un gasto esencial, como viajes, suscripciones, salidas a cenar, compras y ocio en general.

Esta categoría también puede incluir mejoras no necesarias: un móvil nuevo aunque el actual funcione, o ropa de precio elevado.

Información de ElEconomista.es

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