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#Marcos Mathías

Vinotinto absoluta: Junior Moreno como la mejor noticia

Es lógico que ensayar y probar tiene como principal razón lograr mejoras o hasta un punto más ambicioso, perfeccionar. La selección nacional de Venezuela ha tenido que presentarse en par de amistosos internacionales justo en el momento que uno de sus parientes jóvenes, la Sub 20, alcanza los registros más importantes de la historia del fútbol venezolano. Entonces las evaluaciones partirán de un sesgo comparativo muy antipático, por lo que hay que ser lo más ajeno a ello.

Mineros de Guayana: los números y las excusas

El futbolista, al igual que cualquier otro deportista, tiene como meta principal la victoria, pero su único objetivo no puede ser ese, dado que en una competencia solamente hay un vencedor. Aquel que no le da valor al camino recorrido ni a las herramientas utilizadas en la búsqueda de ese triunfo está condenado al más rotundo de los fracasos. ¿Cuántas veces hemos escuchado o leído aquello de que “ganar es lo importante”? O peor aún, “lo que vale es ganar, no importa cómo, pero ganar”. Quienes afirman eso son normalmente protagonistas que están siendo superados por su propia actualidad y sienten que sólo la alegría de una victoria puede camuflar la pobreza de sus argumentos. Vuelvo y repito para que no se mal interpreten mis palabras: todo deportista tiene como objetivo principal alcanzar la victoria, de la misma manera que un estudiante debe aprobar sus materias o un ingeniero completar el puente que le fue encargado. Pero ese como sea no existe en la vida real; más allá de los entrenadores de fútbol, el periodismo y el aficionado -al que se ha pervertido con estos discursos o con la aceptación de que su aliento es vital para conseguir la tan ansiada victoria. Un puente construído como sea seguramente caerá produciendo alguna catástrofe; un estudiante que se copia para así aprobar como sea se hace trampa así mismo y la vida se lo hará saber.

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