No hay nada que celebrar
Perdone que haga el papel de aguafiestas, pero no me cuenten entre los que celebran la maniobra de esta mañana en Suiza. Los culpables son los que son, pero las malas mañas se han multiplicado hasta el punto de que no son cuatro gatos los que nos han llevado hasta este escenario, sino la indiferencia y el desgaste moral de nuestra especie. Así estamos.