Tras estudiar apelaciones sobre varios expedientes de este escándalo que estalló en 2010, la Corte de Casación -máximo tribunal francés- confirmó las decisiones que trataban sobre la indemnización de las víctimas.
Miles de venezolanas que aún portan las prótesis mamarias francesas Poly Implant Prothèse dependen de una indemnización para extraerlas. Una alianza internacional trata de brindar respuestas en un proceso judicial largo y lento, afectado además por el control de cambio impuesto por el chavismo, que no le borra a las víctimas la preocupación por tener una bomba de tiempo en sus pechos L a ansiedad, el miedo y el dolor acompañan diariamente a la mujer venezolana que hace diez años confió en las fraudulentas prótesis mamarias francesas Poly Implant Prothèse (PIP).La polémica se destapó en 2010, una vez que estos implantes fueron prohibidos en el mercado internacional por la Agencia Nacional de Seguridad del Médico y de los Productos de Santé, Francia.