El Ministerio Público determinó que Useche Blanco pagaría una condena de 27 años y 9 meses; mientras que Ramírez Hernández pasaría 21 años y 5 meses por los siguientes cargos homicidio calificado en grado de frustración, trato cruel; y uso indebido de arma orgánica
“Este dispositivo le posibilita leer, esto le abre una puerta inmensa al futuro de Rufo, le devuelve el derecho a estudiar de manera formal”
El Ministerio Público acusó al director de la Brigada de Orden Público de la Policía del Estado Táchira (Politáchira), Javier Useche Blanco -de 43 años de edad-, y al supervisor jefe auxiliar de Servicios Generales, Henry José Ramírez Hernández -de 44 años de edad-, por su presunta responsabilidad en las heridas ocasionadas a Rufo Chacón
Adriana Parada, madre de Rufo Chacón, quien perdió la vista luego de que funcionario de la Policía Nacional le dispararan perdigones en la cara, estuvo presente en la rueda de prensa de la organización Foro Penal para exigirle al gobierno de Nicolás Maduro que le hicieran entrega del pasaporte de su hijo con el fin de llevarlo al extranjero a recibir el tratamiento médico que necesitaParada se encuentra actualmente en Caracas con motivo del chequeo médico de su hijo. Al menor le correspondía recibir atención médica en la capital del país, situación que lo deprimió bastante, en palabras de su madre, ya que deseaba ver Caracas y ahora no tendrá la oportunidad.
Dormir se ha convertido en la mayor alegría de Rufo Chacón, -quien perdió la vista cuando funcionarios de la Policía del Táchira le dispararon más de 52 perdigones en el rostro en medio de una manifestación en demanda de gas doméstico- atestigua la madre, Adriana Parada, con notable tristeza. Tras 15 días del lamentable suceso, la mamá relató como el hecho transformó la vida del adolescente y su entorno familiar
Raquel Sánchez, coordinadora regional del Foro Penal en Táchira, junto a su equipo de trabajo, denunciaron una serie de irregularidades que rodean el inicio del proceso para la judicialización de los responsables de haber disparado en la cara de Rufo Chacón, joven de 16 años de edad que perdió la visión luego de la arremetida de la policía del Táchira durante una protesta por falta de gas doméstico.
El alcalde de San Cristóbal, Gustavo Delgado, pidió al Ministerio Público, abrir una investigación en contra del director de la Policía del Táchira, General Jesús Arteaga, por los sucesos que cegaron permanente al adolescente de 16 años de edad, Rufo Chacón.
La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) responsabilizó este jueves al Estado venezolano por la tortura y muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo y por la pérdida de visión del joven Rufo Chacón Parada. Asimismo, aseveró que no consentirá "la manipulación, el disimulo y la atenuación de estos graves hechos".
Según la gobernadora de Táchira, Laidy Gómez, la razón principal de la excesiva represión policial contra el joven de 16 años de edad fue la presencia del ministro del Interior en el estado y el deseo de las autoridades policiales regionales de que no se enterara de las protestas que ocurren a diario en esa entidad.
Rufo Chacón, de 16 años, quedó ciego luego de ser impactado con al menos 52 perdigones en la cara mientras protestaba por la falta de gas en su comunidad, ubicada en el estado Táchira.
Adriana Parada, la madre de Rufo Chacón Parada, joven de 16 años de edad que perdió la visión luego de la arremetida de la policía del Táchira durante una protesta por falta de gas doméstico, dijo, muy afectada, que a su hijo le arruinaron la vida.
Es inevitable hacer comparaciones cuando de tiranías se trata. Al momento de conocer las atrocidades que a diario se cometen en nuestro país, ante el estupor de gobiernos e instituciones internacionales, quienes a pesar de afrontar realidades extremas en el terreno de la diplomacia, no dudan en calificar de barbarie al asesinato reciente del Capitán de corbeta Rafael Acosta o la agresión contra el joven Rufo Chacón a quien le destruyeron sus ojos a punta de perdigonazos por participar en una protesta en Táriba por bombonas de gas para el consumo domestico.