Las autoridades de Colombia detuvieron este viernes al exjefe de sicarios del difunto narcotraficante Pablo Escobar, Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye", acusado de los delitos de "concierto para delinquir" y extorsión, informaron fuentes de la Fiscalía.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) informaron que dos mujeres fueron detenidas por el homicidio de Hussein Alí Hojeij, asesinado en el estado Anzoátegui el pasado 30 de noviembre de 2017.
La fiscal Luisa Ortega Díaz, destituida por la asamblea constituyente chavista, denunció este lunes en Costa Rica que autoridades venezolanas habrían contratado sicarios para atentar contra su vida y la de otros fiscales que pretenden denunciar los abusos atribuidos al gobierno del presidente Nicolás Maduro
El gobernador del estado Amazonas, Liborio Guarulla, denunció que su sobrino, Eric Guarulla Payua, fue asesinado por unos sicarios motorizados en el barrio Casiquiare, en Puerto Ayacucho.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) llegaron al lugar para realizar las experticias correspondientes y trasladar el cadáver a la morgue de la localidad.
Los últimos dos, a quienes el gobierno califica como "paramilitares", fueron detenidos la semana pasada y responden a los nombres de Oswaldo Antonio Cárdenas Patiño, alias Carro Loco, y Humberto Ramírez Angarita, de nacionalidad colombiana, alias Jairo o Gasparín.
En Venezuela existe un auge de asesinos a sueldo. Ya el sicariato no es un delito propio de estados fronterizos ni tampoco de gremios sindicales. Se convirtió en un virus que infecta a todo el país. Solo en Caracas, advierten las autoridades, se registran al menos dos al mes. Según la primera encuesta sobre Delito Organizado en Venezuela, que hizo la Asociación Civil Paz Activa, un tercio de la población considera que es fácil conseguir a un homicida por plata