Los Fragmentados y los rehenes
Puedes ser uno cuando defiendes la autodeterminación de los pueblos del mundo. Puedes ser otro distinto cuando impides la autodeterminación de tus propios ciudadanos. Puedes ser uno cuando te reúnes con tus prestamistas chinos y otro cuando le declaras la guerra a tus propios comerciantes. Puedes ser uno que se asume como luchador social y al mismo tiempo otro que posee propiedades en Estados Unidos presuntamente adquiridas a través del narcotráfico. Puedes ser uno para decir que dentro de la Constitución todo y fuera de ella nada, y otro para decir que las elecciones ya no son prioridad. Puedes ser uno para pedir que se acaten las sentencias de un tribunal supremo y otro para desconocer al poder legislativo.