Viciosidades

"Ashley Madison": ¿qué hay detrás del nuevo documental de Netflix sobre la web para los casados infieles?

"Ashley Madison: Sex, Lies & Scandal" (Ashley Madison: Sexo, mentiras y escándalos) es el nuevo documental de moda que se puede ver en Netflix. Aborda lo acontecido tras el hackeo al site en 2015, cuando miles de nombres de infieles se hicieron públicos y también sus fantasías. ¿Vale la pena verse? ¿Qué tan escandaloso es? Aquí las respuestas

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Con el sugerente título de «Ashley Madison: Sexo, mentiras y escándalos», Netflix acaba de estrenar una nueva docu-serie que promete revelar lo que sucedió con una página web que ofrecía a sus suscriptores, la mayoría casados, tener una aventura por fuera del matrimonio «de manera segura». El slogan de Ashley Madison, que se lanzó en 2001, resumía su objetivo: «La vida es corta, ten una aventura».

Para cumplir su promesa, los dueños de la web aseguraban que los datos de los suscriptores se mantenían bajo estricta confidencialidad y no representaban un riesgo para el infiel. Y parecía lógico, después de todo, si las dos partes podían perder a sus parejas de llegar a hacerse público, ¿para qué ponerlas en riesgo? En resumen: lo que importaba era disfrutar el momento.

Sin embargo, un hackeo en 2015 puso todo patas arriba y se descubrió que el sitio de citas para personas casadas no solo era un lugar para engañar, sino que los propios directivos engañaban a sus clientes. Un ejemplo: la seguridad para evitar un ataque cibernético en Ashley Madison nunca fue prioridad. Por lo tanto, los datos de sus miembros quedaron expuestos y no solo eso, la propia manera en la que el site trataba a los suscriptores tenía que ver más con una estafa que con un verdadero emparejamiento.

Nada de lo anterior es spoiler, porque la trama se hizo pública desde 2015, cuando se supo del hackeo. No obstante, si no conoces nada de este escándalo, te dejamos el tráiler para que tengas contexto. Después de eso, vamos a destripar el contenido y cuán original es con respecto a lo que ya se sabía del auge y la caída de este sitio de citas.

Infidelidad, vergüenza y muerte

Si ya sabes lo que pasó con Ashley Madison, es probable que el documental te decepcione. La razón es sencilla: no se cuenta nada novedoso. Por ejemplo: que el sitio fue hackeado; que se demostró que los dueños nunca invirtieron en seguridad cibernética y que, tal vez lo más hilarante, las supuestas «mujeres» que respondían a los usuarios que buscaban una aventura eran realmente bots. Esto último lo confirman las personas que trabajaban de la empresa. Varios empleados terminaban llenando los perfiles de avatares falsos, respondiendo a la media de los objetivos buscados por hombres, como talla, color de piel, contextura, etcétera.

Sin embargo, aunque sin profundizar demasiado, «Ashley Madison: Sexo, mentiras y escándalos» puede ser interesante al momento de conseguirle respuestas a la eterna pregunta: ¿por qué es infiel el infiel? Sam Rader, un hombre de fe cristiana, quien precisamente por sus creencias debía ser el epítome de la fidelidad lo explica así en el documental: «No quería dejar a mi familia pero quería algo emocionante en mi vida».

Como muchas personas en el mundo, sin importar raza, religión o sexo, la monotonía y un deseo por experiencias diferentes derivan en pulsiones algunas veces incontrolables. Controlarlas, requiere de terapia y mucha conversación en pareja. Sam tuvo la suerte de contar con una esposa muy comprensiva, Nia, quien eventualmente le termina perdonando. En la otra esquina, Rob y Stephanie conforman una pareja que no necesita perdonar nada porque encontraron en Ashley Madison lo que buscaban: él, mujeres jóvenes. Ella, hombres que desean ser dominados. Ambos disfrutan de una relación abierta y la web les facilita los encuentros.

Diferente fue el caso de John y Christi. Él se suicidó después de que los hackers publicaran no solo los nombres de quienes estaban inscritos en la página de citas para infieles, sino también las fantasías que esperaban cumplir en sus perfiles o que directamente proponían. Christi, una mujer madura, es de las pocas que reflexiona sobre la costumbre de juzgar y acusar a las personas, sobre todo en este momento en el que Internet se ha convertido en un tribunal que sentencia a diestra y siniestra.

«Estoy segura de que hay personas que están enojadas con Ashley Madison, pero yo culpo al secretismo, al cáncer de la vergüenza que lo estaba carcomiendo”, dice Christi sobre su marido, quien además había perdido su puesto como profesor en una institución cristiana tras la revelación de la data.

Sin embargo, en sus tres capítulos, el documental no consigue un equilibrio, repitiendo fórmulas ya vistas. En general, se muestra a la mujer como más dispuesta a perdonar los engaños. Tal vez sin quererlo, este trabajo audiovisual mantiene la creencia general de que el hombre es incapaz de controlarse, frente a la mujer que suele ser más receptiva. Por lo tanto, se extraña la presencia de mujeres que contaran la infidelidad desde sus perspectivas, con causas y consecuencias. ¿O es que realmente no habían tantas mujeres inscritas en Ashley Madison? Según los dueños del negocio, 40% de las mujeres son infieles.

El plot twist es que el fundador y CEO de la empresa, Noel Biderman, que se declaraba monógamo y llevaba a su esposa a las entrevistas televisivas, mostrándose como una pareja ejemplar, terminó fuera de su negocio millonario, con una pobre imagen pues tras el hackeo a su correo electrónico se demostró que contrataba prostitutas entre 18 y 20 años. El hombre que prometía una infidelidad segura abandonó su puesto de trabajo tras ser incapaz de cumplir el objetivo principal de su empresa.

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