Los fabricantes chinos de vehículos eléctricos impulsan el auge mundial de un sector en el que las empresas internacionales están rezagadas, según analistas y expertos de la industria
El Gobierno de Estados Unidos introdujo el miércoles normas más estrictas para las emisiones de los automóviles, una medida destinada a garantizar que el 67% de los coches vendidos en el país en 2032 sean eléctricos.
El calentamiento global y el esfuerzo por atenuar el cambio climático están transformando el mundo de la energía y los combustibles fósiles. Países petroleros, junto con las grandes empresas del sector, tienen que adaptarse a los cambios. Mientras, Venezuela está como el coyote de las comiquitas: corriendo en el aire sin caer en cuenta de que está a punto de caer. Lo explica Francisco Monaldi en esta entrevista exclusiva con El Estímulo
La Unión Europea presenta este jueves una propuesta para reducir a cero en la próxima década las emisiones de CO2 de los vehículos, un paso que abre el posible capítulo final para los coches con motores de combustión interna.
El grupo tiene previsto invertir 46.000 millones de euros ($54.000 millones) en cinco años para lograr este cambio histórico. Otras ensambladoras europeas se suman a esta cruzada que golpea duro a la industria petrolera.
El fabricante estadounidense dijo que aumentará sus inversiones en la rama eléctrica a $30.000 millones hasta 2025; aumentando así los $22.000 millones que había anunciado en febrero.
La compañía japonesa anunció en Shanghái una nueva familia de vehículos eléctricos de batería —battery electric vehicles (BEV)— que, bajo el nombre Toyota bZ — ‘beyond Zero’ o más allá de cero— subraya el compromiso con la neutralidad de carbono
Los importadores de los mercados emergentes pondrán fin a la era del petróleo. La mayoría de los gobiernos en los mercados de China, India, Sudeste Asiático y en casi toda África tienen fuertes incentivos para electrificar sus sistemas de transporte, pues el 68 % de sus importaciones de crudo van a parar a ese sector cada año.
Si fuera un país, el estado de California sería la quinta economía más poderosa del mundo. Allí se inicia una nueva etapa en la industria mundial del transporte y el petróleo, pues su gobernador actual acaba de emitir una orden ejecutiva que proscribe la venta de carros nuevos con motores de combustión interna a gasolina o diesel a partir de 2035, dentro de 15 años. El mercado de segunda mano podrá seguir en pie después de esa fecha, cuando solo saldrán autos eléctricos o de hidrógeno.
Las automotrices encuentran en el Auto Show de París, organizado en una ciudad cuya alcaldesa desea prohibir los diésel para reducir la contaminación, como el sitio ideal para mostrar los nuevos vehículos eléctricos cero emisiones.