El excandidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) usó la tribuna del Senado por primera vez desde la segunda vuelta electoral del pasado 26 de octubre para aclarar que pretende encabezar una oposición «responsable», pero también «inquebrantable» y que «no le dará tregua» al Gobierno de Rousseff.
La mandataria obtuvo 51,64 % de los votos frente al 48,36 % de Neves, quien hoy insistió en que fue respaldado por unos 51 millones de brasileños que «descubrieron que pueden decidir su destino» y «no permanecerán en silencio».
El líder socialdemócrata reiteró que Rousseff y el Partido de los Trabajadores (PT), formación que está en el poder desde 2003, cuando asumió como presidente por primera vez Luiz Inácio Lula da Silva, apoyaron su campaña electoral en «la mala fe», el «miedo» y «la mentira».
Según Neves, todo «fue con la única intención de perpetuarse en el poder» e incluyó «un vergonzoso uso de la máquina pública», pero aun así sostuvo que la oposición logró construir «un movimiento nuevo, que salió de las elecciones más vivo que nunca».
El senador opositor dijo que, aunque Rousseff haya ganado por «un muy ajustado margen», eso no cambia la situación del país, que en su opinión «sufre» y «seguirá sufriendo» con un modelo de gestión «corrupto», una economía «estancada» y un Gobierno «que no tiene plan alguno» y «ya ha fracasado».