En cinco escuelas de esta región pobre y rural, los niños experimentaron en las últimas semanas diarreas, vértigos, vómitos y calambres luego de haber comido frijoles, servidos en el marco de un programa gubernamental de alimentación de los niños pobres.
El ministerio de Educación primaria plantea presentar una demanda contra ambas empresas, cuyos servicios fueron suspendidos de inmediato, indicó un portavoz, Elijah Mhlanga.
Miles de niños sudafricanos dependen de estos suministros para su alimentación cotidiana.
Pero este programa gubernamental ha provocado fuertes rivalidades entre sociedades de alimentación, en busca de contratos lucrativos.