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De Klerk se disculpa por declaraciones sobre el apartheid

El expresidente surafricano Frederik Willem de Klerk se disculpó por agumentar que el "apartheid" no fue un crimen contra la humanidad.

De Klerk
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El expresidente surafricano Frederik Willem de Klerk, último jefe de Estado afrikáner del país y Nobel de la Paz 1993 junto a Nelson Mandela, tuvo que disculparse por unos polémicos comentarios que argumentaban que el régimen racista del «apartheid» no fue un crimen contra la humanidad.

En un comunicado emitido este lunes, la Fundación que lleva el nombre del ex mandatario pide disculpas por «la confusión, la ira y el dolor que han causado» esas declaraciones.

La petición de perdón llegó después de cuatro días de intensa polémica en Sudáfrica, un país en el que las heridas del segregacionismo racial continúan abiertas -especialmente a nivel económico- pese a los más de 25 años transcurridos en democracia.

De Klerk, presidente entre 1989 y 1994, fue el líder que abrió la puerta a la desmantelamiento del «apartheid» en 1990, en un escenario de gran presión internacional y solo después de más de cuatro décadas de opresión total para la mayoría «no blanca» del país.

Pese a eso -y aunque también fue vicepresidente del primer Gobierno democrático del país, bajo el liderazgo de Mandela-, su legado es aún controvertido en Sudáfrica.

Fue realmente un crimen contra la humanidad

«¿Fue realmente el ‘apartheid’ un crimen contra la humanidad?», se preguntaba un mensaje emitido por la fundación este 14 de febrero.

Se difundió después de que un partido de extrema izquierda -los Luchadores por la Libertad Económica (EFF), el segundo bloque más importante de la oposición en Sudáfrica- criticase duramente la presencia de De Klerk en el discurso sobre el estado de la nación, celebrado la víspera, y le acusase de tener «sangre» en las manos.

El malestar de los miembros de EFF -si bien acostumbran a crear alboroto, en general, en las sesiones parlamentarias- venía por una entrevista previa en la que el exmandatario había dicho que el «apartheid» no había sido un crimen contra la humanidad.

En respuesta a esos ataques, la fundación salió a argumentar que la ONU solo había dado esa consideración al «apartheid» entre los años 60 y 70, instigada por presiones de la Unión Soviética.

Desde entonces, afirmaba la entidad, la etiqueta de crimen contra la humanidad se usaba como un arma de agitación y de estigmatización.

El argumento no solo era espinoso sino falso: la fundación obvió que en 1998, en el Estatuto de Roma, la ONU incluyó explícitamente el «apartheid» como tipo de crimen contra la humanidad.

En consecuencia, De Klerk y su fundación recibieron una cascada de críticas, incluidas las de personalidades tan distinguidas como el también nobel de la Paz y arzobispo emérito de Ciudad del Cabo, Desmond Tutu.

«Concuerdo con la Fundación Desmond y Leah (su esposa) Tutu en que este no es momento de objetar sobre los grados de inaceptabilidad del ‘apartheid’. Fue totalmente inaceptable», admitieron hoy De Klerk y su fundación en el mensaje de disculpa, que también enfatiza el compromiso con la «reconciliación» del país.

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