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Surgen las primeras divisiones en el seno de la rebelión en Yemen

Antes del amanecer de este lunes, los bombardeos aéreos apuntaron contra el aeropuerto de Adén y posiciones rebeldes en esta ciudad del sur.

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Empiezan a aparecer fisuras en el seno de la rebelión en Yemen, donde los combates y los bombardeos aéreos continuaban el lunes, aunque los hutíes acusados de tener vínculos con Irán prometieron batirse hasta el final contra la «agresión salvaje», según ellos dirigida por Riad.

El lunes, antes del amanecer, los bombardeos aéreos apuntaron contra el aeropuerto de Adén y posiciones rebeldes en esta ciudad del sur, según los combatientes favorables al presidente Abd Rabo Mansur Hadi, refugiado en la vecina Arabia Saudita.

Cerca de Dhaleh (sur), 13 hutíes fueron abatidos el lunes por la mañana en una operación atribuida a los combatientes pro-Hadi, según fuentes hostiles a la rebelión. Y en Huta, al norte de Adén, los hutíes sufrieron ocho bajas en sus filas, informó el lunes una fuente militar.

El domingo, un comandante militar de la mayor provincia de Yemen anunció su lealtad al presidente Hadi y un partido hasta ahora aliado de los hutíes declaró apoyar el llamado de la ONU al alto el fuego.

Sin embargo, en un discurso televisado, el joven jefe de la rebelión, Abdel Malek al Huti, afirmó que «el pueblo yemení no cederá nunca» ante la «agresión salvaje» dirigida según él por Arabia Saudita, que perpetra bombardeos aéreos desde el 26 de marzo para frenar el avance de los rebeldes, acusados de tener vínculos con Irán.

El líder de la rebelión negó que sus combatientes reciban apoyo militar iraní y destacó que Teherán «no tiene influencia en Yemen».

Irán reconoce su apoyo a los hutíes, provenientes de la minoría zaidita chiita, pero niega que les proporcione armas.

Por su parte, los expertos destacan que los rebeldes nunca hubieran conseguido penetrar en la capital, Saná, ni apoderarse de extensos pedazos de territorio por todo el país sin el apoyo de los militares fieles al expresidente Ali Abadalá Saleh.

 Apoyo a la legalidad constitucional

Sin embargo, el domingo, el partido de Saleh, el Congreso Popular General (CPG), dio la impresión de empezar a tomar distancia con los hutíes: en un comunicado, el CPG declaró acoger «positivamente la resolución 2216» adoptada el 14 de abril por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Este texto impone un embargo de las armas contra los rebeldes y los insta a retirarse de todas las zonas que han conquistado en los últimos meses.

El partido de Saleh también afirmó «apoyar el llamado del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a un alto el fuego» y a un reinicio de «los diálogos bajo el auspicio de Naciones Unidas» en vistas de un acuerdo político en Yemen.

Por otro lado, el comandante de la primera región militar, basada en la provincia de Hadramut, fronteriza con Arabia Saudita, anunció su lealtad al presidente Hadi.

En un comunicado firmado por el general Abderraman al Halili, «los oficiales, suboficiales y soldados» que sirven en esta región afirmaron «apoyar la legalidad constitucional encarnada por el presidente».

La región militar, que engloba 6 batallones, cubre un territorio que se extiende desde la frontera con Omán, en el este, hasta la frontera con Arabia Saudita, en el norte, y alberga las terminales petroleras de Mareb y Chabwa, precisó a AFP un responsable del comando basado en Seyun.

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