Según el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el atentado contra un salón donde se celebraba una boda en la ciudad de Gaziantep, a la que asistía una multitud de kurdos, fue «probablemente» obra del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Uno de los primeros en reaccionar fue el presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien expresó «que lo ocurrido subraya de nuevo la necesidad de aunar realmente los esfuerzos de toda la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo».
En un telegrama dirigido a Erdogan, el jefe del Kremlin mostró «su disposición a reforzar en toda medida la cooperación antiterrorista con los socios turcos en el marco de los acuerdos alcanzados recientemente en San Petersburgo».
«Una vez más nos hemos convencido de que el terrorismo no sólo no reconoce los principios que rigen las sociedades civilizadas, sino las normas más básicas de la moral humana», señaló.
Putin expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y destacó que «la fechoría cometida en plena boda provoca conmoción por su crueldad y cinismo».
El presidente francés, François Hollande, calificó de «innoble» el atentado y, en un mensaje de condolencias a las autoridades y al pueblo turcos, subrayó que Francia está junto a «todos los que luchan contra la plaga del terrorismo».
Hollande insistió en que su país está «junto a todos los que luchan contra la plaga del terrorismo».
Por su lado, el presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, el español Pedro Agramunt, manifestó su repulsa por «este nuevo acto de violencia» y trasladó un mensaje de apoyo a Turquía por lo que llamó un «dramático ataque».
También desde el corazón de Europa, el presidente Parlamento Europeo, Martin Schulz, lamentó el suceso a través de Twitter: «los terroristas han propagado la muerte y el dolor donde se estaba celebrando el amor y la vida», escribió.
«Mis pensamientos y condolencias a las familias y amigos de las víctimas del horrible ataque en Gaziantep», añadió Schulz.
Por su parte, el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, habló de «violencia ciega», también a través de Twitter, y subrayó la necesidad de unidad «contra todas las formas de terrorismo».
«Otra vez un ataque horrible ha conmocionado a Turquía. Otra vez nos enfrentamos a los métodos bárbaros del terror y otra vez han muerto personas inocentes», dijo, por su lado, el ministro de Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier, al lamentar que «una boda, una fiesta de la alegría, se ha convertido en una pesadilla».
Asimismo los Gobiernos de Arabia Saudí y Egipto condenaron el atentado. Desde Riad, las autoridades reiteraron «su plena solidaridad y apoyo a Turquía en su lucha contra el terrorismo», mientras que el Ministerio egipcio de Exteriores expresó su pésame y sus deseos de pronta recuperación de los heridos.
Por último, el Gobierno de Irán, a través del portavoz del Ministerio de Exteriores, Bahram Qasemí, envió sus condolencias y dijo que se trató de un acto «abominable contra la humanidad».
«Los objetivos ominosos y antihumanos» del terrorismo takfirí (extremistas suníes), dijo Qasemí, «han apuntado la paz y estabilidad de los países de la región y requiere la seria lucha de los países de la zona contra este fenómeno violento», remarcó.