Internacionales

El gobierno de Rafael Correa está al borde del balotaje

El lento y reñido conteo de las elecciones de Ecuador dibuja un escenario prácticamente irreversible de segunda vuelta entre el candidato oficialista y el opositor de derecha, pero la autoridad electoral no lo anunciará hasta completar el escrutinio.

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TEXTO: JORDI MIRÓ | FOTOGRAFÍA: RODRIGO BUENDÍA | AFP

Hacia las 03H00 (08H00 GMT), escrutadas un 98,1% de las actas de las elecciones del domingo, el socialista Lenín Moreno captaba un 39,33% de los votos y el exbanquero conservador Guillermo Lasso un 28,20%.

Una tendencia que, según el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Juan Pablo Pozo, «ya no podría cambiar».

«Pero para dar resultados oficiales (…) tenemos que dar una vez que tengamos resultados definitivos», indicó Pozo, en su último mensaje en cadena nacional del martes.

Para ganar en primera ronda, el candidato oficialista a suceder al presidente socialista Rafael Correa necesita un 40% de los votos válidos y una diferencia de al menos diez puntos porcentuales sobre el segundo.

En estas elecciones están en juego dos modelos opuestos.

El de Moreno, exvicepresidente de Correa entre 2007 y 2013, que representa el continuismo con un sistema que combina un disparado gasto social con altos impuestos y elevado endeudamiento, frente al de Lasso, afín a fomentar la inversión extranjera y bajar los impuestos para estimular el consumo y la producción nacional.

«Nada está dicho. Que se cuente hasta el último voto, y si hay segunda vuelta, los volveremos a derrotar», escribió en twitter Correa, que en las dos últimas presidenciales de 2009 y 2013 había triunfado con una holgada mayoría.

En un ambiente general de impaciencia ante la lentitud del recuento, se espera que en las próximas horas el ente electoral anuncie también los resultados definitivos de las elecciones a la Asamblea Nacional, al Parlamento Andino y a la consulta popular sobre paraísos fiscales.

El oficialismo tiene ahora una mayoría de dos tercios en el Legislativo, lo que le permite, por ejemplo, tramitar reformas constitucionales o enjuiciar a un presidente o vicepresidente.

Panorama sombrío

Analistas advierten desde hace semanas que una segunda vuelta electoral le complicaría mucho el panorama al correísmo, desgastado debido sobre todo a la delicada situación económica producto de la debacle en los precios del crudo y a las crecientes denuncias de corrupción que ensombrecieron la campaña.

En un balotaje, la oposición, encarnada por partidos de derecha y descontentos del correísmo, podría hacer frente común, a pesar de que llegó a estos comicios completamente dividida.

La exasambleísta de derecha Cynthia Viteri, tercera en los conteos con un 16,16%, pidió abiertamente el voto para Lasso, mientras que el exalcalde de Quito, Paco Moncayo (6,82%), dejó abierta la decisión.

El politólogo Simón Pachano, profesor de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), advirtió que los resultados de una segunda vuelta en las elecciones ecuatorianas podrían ser sorprendentes.

«No es casual que sea el país donde más veces se ha producido reversión del resultado de primera vuelta», dijo a la AFP.

El resultado de esta elección también será decisivo para el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 para evitar su extradición a Suecia por supuestos delitos sexuales que él niega.

Moreno es partidario de mantener el asilo, pero Lasso dijo a la AFP que, de llegar al poder, se lo retirará.

Un triunfo de Lasso sería además un nuevo revés para la izquierda latinoamericana, muy golpeada tras el giro en Argentina, Brasil y Perú.

«Vigilia en paz»

Tras el anuncio del CNE, Lasso, expresidente del Banco de Guayaquil, se sumó a la concentración que sus partidarios (y los de otros partidos opositores) mantienen desde el domingo frente al CNE, en el norte de Quito, en una vigilia para exigir transparencia en el conteo bajo las consignas de «resultados ya» y «no más fraude».

«No podemos ser ingenuos. Hasta que oficialmente no reconozcan la segunda vuelta electoral debemos hacer vigilia aquí en las calles de Quito, de Guayaquil y de todo el Ecuador. En paz, con tranquilidad», dijo ante centenares de opositores entre gritos y bocinazos.

Militares y policías custodian el edificio del CNE -frente al cual se han instalado carpas y baños móviles- desde que empezaron a registrarse pequeños roces con los manifestantes, en su mayoría de clases medias y altas.

En Ecuador es habitual que el CNE tarde varios días en entregar las cifras definitivas de los comicios, pero en las elecciones de 2013, cuando Correa repitió con holgura un triunfo en primera vuelta, se conoció la tendencia con mayor rapidez.

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