«Un momento histórico que abre una nueva era de reconciliación y de paz y prosperidad» titulaba a toda página el principal diario del país, Rodong Sinmun, que en sus páginas detallaba de manera muy directa lo acontecido el viernes, en una serie de textos idénticos a los publicados también por la agencia de noticias estatal KCNA.
En todo caso, el rotativo contaba en su portada con quince fotografías de diversos momentos de la histórica cumbre y otra veintena en la segunda página.
En las imágenes a todo color seleccionadas se pueden ver los apretones de manos, el instante en que el mariscal cruzó al Sur, las charlas a solas entre los dos líderes, o el simbólico momento en el que juntos plantaron un árbol.
Tanto KCNA como Rodong recogen además el texto integro de la llamada declaración de Panmunjom, firmada el viernes en la cumbre celebrada en la frontera por parte del líder norcoreano, Kim Jong-un y el presidente del Sur, Moon Jae-in, y en la que ambos países prometen buscar «la desnuclearización total» de la península.
Por su parte, la televisión estatal KCTV emitió varios fragmentos de la histórica cita mientras que Ri Chung-hee, presentadora estrella de la cadena que solo radia los mensajes que el régimen considera de importancia histórica, leyó a su vez la declaración de manera íntegra.
De este modo, los medios de Pyongyang, que el viernes simplemente hicieron una mención a que el líder había viajado al Sur para reunirse con el presidente surcoreano, le dedicaron una cobertura mucho más extensa y sin obviar asuntos tan espinosos como el de la mencionada desnuclearización del régimen.
En este sentido, KCNA subrayó que «durante las conversaciones, se intercambiaron opiniones francas y honestas sobre las relaciones Norte-Sur, como la paz y la desnuclearización de la península de Corea, y otros asuntos de común interés».
Esto contrasta con lo acaecido en las anteriores cumbres intercoreanas de 2000 y 2007, cuando la propaganda norcoreana no hizo públicos los compromisos adoptados en este sentido por Pyongyang.
Pese a ello, algunos analistas y muchos ciudadanos surcoreanos mantenían hoy aún dudas con respecto al verdadero compromiso de Pyongyang, especialmente ante la falta de detalles concretos en la declaración conjunta firmada este viernes por Kim y Moon sobre cómo implementar ese desarme.
Eso pese a que muchos medios, incluso los más conservadores (tradicionalmente poco dados a apoyar el diálogo con Pyongyang), destacaron la importancia histórica de la cumbre.
Desde el progresista Kyunghyang sinmun, que titulaba con un entusiasta «El trayecto hacia una península coreana libre de armas nucleares ya está en marcha», al conservador Chosun Ilbo, que abría con «Las dos Coreas comienzan a hablar sobre la total desnuclearización», los diarios alabaron en general lo logrado en la cumbre.
«Que el Gobierno garantice nuestra seguridad, eso siempre está bien. Pero por mucho que te dejes llevar por el entusiasmo, yo creo que muchos surcoreanos no tenemos grandes esperanzas», explicó a Efe Park Kyung-won, profesora de 34 años que resume bien la desconfianza de muchos ciudadanos.
«Los que hemos vivido las anteriores cumbres (en 2000 y 2007) hemos visto que no arrojaron nada concreto. Ya hemos oído lo de la desnuclearización y la paz antes. Pero todo ha sido simbólico y no tangible», añade.
«Quiero confiar en que el régimen norcoreano está siendo sincero esta vez, pero no puedo estar segura», replicaba en cambio con algo más de optimismo, Park So-hee, violinista de 32 años.
Washington ha querido participar también del sentir más optimista, empezado por el presidente Donald Trump, que aseguró que esa cumbre sirve de aliento y deseó que su próximo encuentro con el líder norcoreano sea «productivo» para lograr la desnuclearización del régimen.
La cita, prevista para final de mayo o principio de junio, no tiene aún una localización decidida, aunque Trump aseguró que se están barajando «dos o tres lugares» en dos países posibles.]]>