La ministra de Asuntos Exteriores de Guatemala, Sandra Jovel, subrayó a Efe la necesidad de «mantener la Cumbre Iberoamericana como un foro sano de diálogo» y enfatizó que puede contribuir a resolver problemas regionales como el que enfrenta a Venezuela con sus países vecinos.
«Es importante mantener este foro como se mantiene, porque es un foro sano, donde todos los jefes de Estado van a poder conversar sobre el tema de la cooperación iberoamericana, que es el tema que ocupa a la cumbre», puntualizó.
Y es que, a su juicio, lo que permite que se celebre un evento de esta magnitud es «el diálogo franco», que convierte a la cita en un lugar donde puede «existir ese diálogo transparente y con respeto entre todos los jefes de Estado y de Gobierno».
«Esperaría que en la Cumbre se pudieran llegar a acuerdos en beneficio de todo el continente», explicó la canciller anfitriona del encuentro sobre un ente que siempre ha sido un espacio de reflexión sobre los desafíos internacionales y un lugar para impulsar la cooperación, la coordinación y la solidaridad regional.
La titular de Exteriores, destacó el «entusiasmo» que se ha generado por todos los países miembros de este organismo con la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará el próximo mes de noviembre en la ciudad colonial de Antigua.
«Los objetivos son muchos y los retos también, que los países iberoamericanos seamos consecuentes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el marco de la Cumbre Iberoamericana y que tengamos una cumbre donde podamos dar un aporte a la sociedad», explicó.
Uno de los propósitos es dar «consecuencias prácticas» a este tipo de eventos, es decir, «dar respuesta a las inquietudes y los retos que tiene todo Iberoamérica» con compromisos asumibles realmente por parte de todos los Estados para que las declaraciones finales sean sustantivas y reales.
Guatemala resultó electa en 2016 en Colombia como el país sede de la vigésimo sexta edición de este cónclave bajo el lema «Una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible».
La reunión tendrá su punto culminante el próximo 16 de noviembre, cuando se reúnan los máximos representantes de los 22 Estados miembros, 19 de América Latina de lenguas castellana y portuguesa, más Andorra, España y Portugal.