El Tribunal Superior de Navarra ratificó la condena contra los jóvenes sevillanos, quienes penetraron sucesivamente a su víctima -entonces de 18 años- en el portal de un edificio de Pamplona durante la fiesta de los Sanfermines en julio de 2016.
Los cinco jóvenes se grabaron a sí mismos con sus teléfonos móviles y alardearon de los hechos en un grupo de WhatsApp en el que se hacían llamar «La Manada».
En abril pasado, los jóvenes fueron sentenciados en primera instancia a nueve años de prisión cada uno por «un delito continuado de abuso sexual». Los jueces descartaron la calificación de violación en los hechos al no observar intimidación.
Dicha decisión provocó indignación y una ola de manifestaciones en España, donde el movimiento feminista ha cobrado especial fuerza en los últimos años. Poco antes, el 8 de marzo, el país había vivido una inédita huelga en defensa de los derechos de las mujeres, en la que participaron millones de personas.
Tanto la acusación como los condenados, que habían quedado en junio en libertad provisional desatando nuevas protestas, apelaron la decisión de primera instancia.
Dos jueces discrepantes
Este miércoles, el Tribunal Superior de Navarra anunció que confirmaba la sentencia, al estimar que no hubo violencia en los hechos y de que era muy difícil discernir si hubo intimidación al no existir un manifiesto uso de la fuerza o amenazas hacia la víctima.
«La víctima adoptó una actitud de sometimiento y pasividad», indicó la corte en un comunicado. Según el Código Penal español, debe existir intimidación y violencia para que un hecho se considere violación.
No obstante, dos de los cinco jueces, todos hombres, del tribunal, emitieron opiniones discrepantes.
Ambos jueces estimaron que se trató de «un acto de intimidación y coacción creado por todos ellos, tendiendo una encerrona a la víctima, teniendo en cuenta la prácticamente nula posibilidad de ésta de huir y/o escapar«, señaló el texto.
Añadieron que creían que se trató de una agresión sexual agravada (violación) a la luz de los actos «degradantes» que infligieron a la víctima y el hecho de que la dejaron «medio desnuda» y uno de los jóvenes le sacó las tarjetas de memoria al celular.
Los jueces discrepantes concluyeron que los cinco jóvenes debían haber sido condenados a más de catorce años de cárcel. Los fiscales pedían una pena de 22 años y 10 meses.
Caso llegará al Tribunal Supremo
El abogado de los acusados, Agustín Martínez, anunció que recurrirá ante el Tribunal Supremo la nueva sentencia al considerar que «no es ajustada a los hechos que ocurrieron», que estima fueron «relaciones sexuales consentidas entre seis adultos».
La defensa de la víctima también recurrirá, al igual que el Ayuntamiento de Pamplona, cuyo alcalde, Joseba Asirón, manifestó su «decepción» al considerar que sí hubo agresión sexual.
Existe «una brecha (…) entre la sociedad y determinados sectores de la judicatura», manifestó Asirón a periodistas.
Ante la polémica causada por las decisiones judiciales en este caso, el gobierno socialista de Pedro Sánchez anunció en julio que promovería una reforma del Código Penal para introducir el concepto de consentimiento expreso en las relaciones sexuales y endurecer así los castigos.
«Sentencias que duelen. Las mujeres necesitan justicia», tuiteó este miércoles el Partido Socialista.