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Embajador de Guaidó en Ecuador asegura que no necesita oficina para despachar

René de Sola, embajador designado para Ecuador por el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, afirmó este martes que desempeña sus funciones en varias esferas y que no requiere de oficina para poder despachar.

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Fotografía: Archivo

«Es importante destacar que nosotros no necesitamos una oficina para poder despachar», explicó a Efe al término de un panel que presidió en Quito en el que expertos analizaron la situación económica, política y migratoria de su país.

El mes pasado, De Sola presentó sus cartas credenciales ante las autoridades ecuatorianas, que habían reconocido en enero a Guaidó como presidente interino de Venezuela después de que el líder opositor se juramentó como tal, con la esperanza de que pueda promover a la brevedad posible elecciones libres en ese país.

De Sola expresó que no mantiene contacto alguno con los representantes de Nicolás Maduro en el país, al aludir a los funcionarios que aún operan en la sede de la embajada de Venezuela en Quito.

Indicó que, en paralelo, desarrolla su labor «en tres estaciones en todo el país», que no detalló pero se suponen son las ciudades con mayor número de venezolanos.

«Hemos enfocado nuestra atención en tres esferas y la primera, sería hablar del fortalecimiento de las relaciones entre Ecuador y Venezuela en todos los ámbitos», expresó el representante de Guaidó.

El embajador manifestó asimismo su preocupación por la situación de vulnerabilidad de los migrantes venezolanos que llegan al país.

«Estamos trabajando con las organizaciones internacionales y las asociaciones de venezolanos que hacen vida aquí para ver cómo empezamos a ejecutar ayuda humanitaria para ellos», reveló.

Y el último ámbito de acción es la inserción de los venezolanos en el aparato productivo de Ecuador, comentó.

Representantes del líder opositor venezolano Guaidó se hicieron el lunes con el control del consulado de Venezuela en Nueva York y dos edificios del Ministerio de Defensa de este país en Washington, gesto que busca aumentar la presión a Nicolás Maduro.

Al respecto, De Sola aclara que esas sedes «no fueron tomadas», sino «recuperadas por el pueblo del país» y consideró la medida «un primer paso para que la función diplomática pueda empezar a trabajar adecuadamente».

De momento, el embajador designado por Guaidó no tiene intenciones de interferir en la función que desarrollan los funcionarios de la embajada leal a Maduro, y argumentó su decisión en el elevado número de migrantes que solicitan diariamente trámites consulares.

«En Ecuador vivimos una situación migratoria muy importante», refirió el representante diplomático al cifrar entre 270.000 y 300.000 los venezolanos que se encuentran en Ecuador, de los cuales 100.000 cuentan con visado expedidos por las autoridades ecuatorianas.

«Si la función consular deja de funcionar entraríamos en un problema, le causaríamos un problema más grave a nuestros conciudadanos», adujo.

Ante el compás de espera sobre el futuro de las legaciones diplomáticas venezolanas, el embajador de Guaidó en Ecuador pidió «paciencia» y confió en que «pronto se restablezca todo el sistema consular a nivel mundial y podamos ejercer nuestra labor consular como corresponde».

La crisis política en Venezuela se agudizó el 23 de enero pasado, cuando Guaidó se juramentó presidente encargado tras la toma de posesión de Maduro en un segundo mandato y después de unas elecciones que no contaron apenas con el reconocimiento internacional.

Desde entonces ha sido reconocido por más de medio centenar de países.

«Nosotros lo que queremos es la restitución de las libertades en Venezuela y que lleguemos a unas elecciones libres, democráticas y transparentes», concluyó De Sola

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