Internacionales

Guatemala vota para elegir nuevo presidente

En un ambiente de poco entusiasmo, los guatemaltecos acuden este domingo a las urnas para elegir el nuevo presidente, en un balotaje entre la socialdemócrata Sandra Torres y el conservador Alejandro Giammattei cuyo ganador tendrá el desafío de enfrentar la pobreza, la corrupción y la violencia criminal

Publicidad
Fotografía : Referencial

Los centros de votación tenían escasa presencia de público en el inicio del sufragio.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Julio Solórzano, llamó a la población para que acuda masivamente a votar para ejercer su derecho constitucional e instó a evitar la violencia.

La votación comenzó a las 7H00 locales (13H00 GMT) y tiene previsto concluir a las 18H00 (00H00 GMT de lunes).

El proceso electoral está bajo observación de una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por el expresidente costarricense Luis Guillermo Solís, así como otras entidades locales.

Giammattei, favorito en las encuestas, y Torres disputan un balotaje luego de que en la primera vuelta de junio ninguno alcanzó el 50% más uno de los votos.

El ganador sustituirá en enero por un periodo de cuatro años al actual mandatario, Jimmy Morales. En Guatemala no hay reelección.

Los dos candidatos, ambos de 63 años, centran sus promesas en el combate a la pobreza, que afecta a casi el 60% de los 17,7 millones de guatemaltecos, mejorar la salud y la educación, y luchar contra la corrupción y la violencia criminal.

Giammattei busca la presidencia por cuarta vez, mientras que Torres hace su segundo intento luego de que en 2015 perdiera contra Morales, un excomediante de televisión que ganó la elección tras la renuncia del expresidente Otto Pérez, derribado por denuncias de corrupción en medio de masivas protestas.

Los candidatos proponen generar miles de empleos para reactivar la economía y mejorar la seguridad con un incremento de policías, con lo cual esperan contener el masivo flujo de personas que emigran huyendo de la miseria y la violencia, aunque ninguno de los aspirantes ha indicado cómo harán para lograr esas metas.

Los dos políticos han evitado hablar abiertamente sobre un acuerdo con Estados Unidos para convertir a Guatemala en un «tercer país seguro», lo que implica recibir a migrantes que pidan asilo en el país norteamericano mientras definen su situación.

«Queremos que se elimine la delincuencia y la extorsión y que haya un gobierno que sepa llevar el país», dijo a la AFP Santiago, un anciano carpintero en el poblado indígena de Sumpango, al oeste de la capital.

Mientras armaba una mesa de madera, el hombre señaló que ha perdido la confianza en los políticos por las promesas incumplidas, como generar empleo y atacar la pobreza.

Guatemala cerró 2018 con un crecimiento de 3,1% y para este año la Cepal proyecta un aumento de 2,9%.

Otro flagelo a vencer es la desnutrición crónica del 46% de los menores de cinco años; el índice más alto de Latinoamérica.

Aunque ambos candidatos buscar frenar el éxodo a Estados Unidos, un motor fundamental de la economía guatemalteca son las remesas de sus migrantes, que el año pasado alcanzaron casi 9.300 millones de dólares, cifra cercanas a las exportaciones, que sumaron unos 10.500 millones de dólares el año pasado.

Datos oficiales indican que alrededor de 1,5 millones de guatemaltecos viven en Estados Unidos, de los cuales solo entre 300.000 y 400.000 tienen residencia legal.

Miles de guatemaltecos se aventuran a cruzar México para llegar a Estados Unidos alegando huir de la pobreza y la violencia, problemas comunes en el norte centroamericano donde operan las temidas pandillas y grupos del narcotráfico.

Publicidad
Publicidad