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Caucus de Iowa: el pistoletazo de salida para la Casa Blanca

Iowa cumple un papel fundamental en la carrera hacia la Casa Blanca por ser tradicionalmente el primer estado que vota en las primarias demócratas que comienzan el martes.

Caucus Iowa
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Menos de 1% de los estadounidenses vive en Iowa. Un estado rural del centro del país dotado asambleas de electores o «caucus» para designar a sus candidatos. Iowa cumple un papel fundamental en la carrera hacia la Casa Blanca por ser tradicionalmente el primer estado que vota en las primarias demócratas que comienzan el martes.

Algunos denuncian un sobredimensionado peso electoral de este estado del medio-oeste que no refleja la diversidad nacional.

Aquí una mirada a los «caucus», las asambleas de electores de afiliados a un partido que se reúnen para debatir y después designar a su candidato.

Primera decisión

Lejos de la confidencialidad de la cabina de votación, los electores demócratas en Iowa marcan, físicamente, su preferencia al desplazarse de un lado a otro de un salón para formar un grupo de apoyo a uno u otro aspirante a la Casa Blanca.

Votan literalmente con los pies.

La votación se lleva a cabo en dos vueltas. Al finalizar la primera, sólo los candidatos que hayan obtenido cierta cantidad de apoyos (generalmente 15% de la asamblea) seguirán en liza.

Para la segunda ronda, los seguidores de otros candidatos tienen la opción de unirse al grupo de un candidato aún en carrera; intentar convencer a apoyos de otros candidatos eliminados de unírseles para hacer pasar a uno de sus candidatos a la eliminatoria, o abstenerse.

Unos 1.700 caucus se realizan en escuelas, iglesias, teatros, la casa de algún vecino o, incluso -como hicieron los republicanos en 2016 en una armería.

En este estado conocido por la cortesía de sus habitantes, el duro enfrentamiento entre Hillary Clinton y Bernie Sanders en 2016 provocó tensos intercambios.

Reglas y novedades

Como resultado de esas tensiones, el Partido Demócrata de Iowa introdujo nuevas reglas que buscan dar más transparencia al proceso.

En la noche, el partido publicará dos nuevos datos: el número de seguidores de cada candidato en la primera ronda y los finalistas en la segunda ronda.

En teoría, candidatos diferentes pueden ser los líderes en la primera y en la segunda vuelta.

Tras un cálculo -que algunos consideran oscuro-, el partido publicará el número de delegados obtenidos por cada finalista en el estado.

Ese resultado se convertirá en el número de delegados atribuidos a cada candidato a nivel nacional, una cifra clave porque al final el objetivo de los aspirantes a la investidura demócrata es acumular la mayor cantidad de delegados en todo el país, pues eso será lo que determine -tras una conferencia nacional- quién enfrentará en las urnas a Trump el 3 de noviembre.

Como otra novedad, los votantes escribirán su primera elección en un papel al llegar al caucus, para permitir un eventual recuento.

En el condado de Johnson, donde la movilización suele ser elevada, se espera una participación récord este año. En todo el estado, se puede superar la cifra de 240.000 demócratas que participaron en 2008 cuando Barack Obama se quedó con la victoria, un máximo histórico.

«Es duro para mí a veces cuando estoy en la sala (del caucus) y veo que mi partido se desgarra», asegura John Deeth. Sin embargo, tanto él como los demás organizadores se reunirán para una fiesta de la victoria, sea cual sea el ganador.

Sanders con la ventaja

El senador estadounidense Bernie Sanders supera por cuatro puntos porcentuales en intención de voto al ex vicepresidente Joe Biden.

Según los sondeos de la página especializada Real Clear Politics el senador tiene 24,2% de los apoyos frente al 20,2% de Biden.

Ambos aspirantes representan las dos marcadas alas existentes actualmente en el Partido Demócrata, el ambicioso progresismo de Sanders frente al pragmatismo experimentado de Biden.

A continuación, se ubican el alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, (16,4 %), seguido por la senadora Elizabeth Warren, con 15,6 %.

Lejos le siguen la senadora Amy Klobuchar (8,6 %) y los empresarios Andrew Yang (3,8 %) y Tom Steyer (3 %).

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