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Portugal recrudece requisitos para obtener la ciudadanía por vía sefardí

El gobierno luso recrudeció las condiciones para los solicitantes y, a partir de septiembre, tendrán que demostrar viajes frecuentes a ese país, dominio del idioma, posesión de bienes o participación en sociedades

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Cortesía

El gobierno de Portugal modificó los requisitos para solicitar la nacionalidad de ese país por vía sefardita, haciendo más difícil obtenerla. Estos cambios forman parte de una reforma integral a la política que concede la ciudadanía de diferentes estatus migratorios.

Entre los nuevos requisitos están viajar con frecuencia al país y dominar la lengua, y tener bienes o participaciones en sociedades mercantiles en Portugal.

El nuevo Decreto Ley 26/2022 que afecta a la Ley de Nacionalidad Portuguesa recrudece los requisitos para la solicitud de la ciudadanía portuguesa por origen sefardí, aunque flexibiliza las condiciones para los pedidos convencionales, como la solicitud de nacionalidad para hijos y nietos de portugueses, por matrimonio y por residencia, entre otros. Al mismo tiempo impulsa la automatización del sistema para recibir expedientes y documentos por vía digital.

Los cambios para las solicitudes de nacionalidad más comunes entraron en vigencia en abril, mientras que a partir del 1° de septiembre entrarán en vigor los relacionados con la solicitud de la ciudadanía portuguesa por origen sefardí. Este lapso proporciona a los aspirantes a la nacionalidad por esa vía y a sus abogados, un tiempo de gracia para culminar las peticiones cumpliendo con las condiciones de la ley anterior.

Chance hasta septiembre

“Recomendamos ver la coyuntura actual como una oportunidad para obtener la ciudadanía portuguesa acogiéndose a los parámetros actuales de la ley. Hasta ahora, es de los procesos más amables para lograr la nacionalidad europea. Todavía los solicitantes no están obligados a cumplir las nuevas exigencias”, destacó la directora de los abogados y genealogistas SEFAR Universal en Oporto, Desirée Daboín González.

Hasta el cierre de agosto, los aplicantes a la nacionalidad portuguesa por origen sefardí sólo tendrán que cumplir con el requisito de comprobar genealógicamente su vinculación de linaje con un judío sefardita afectado por los decretos reales del siglo XV. Además, estar certificado por la Comunidad Judía de Lisboa o la de Oporto.

Foto cortesía Pexels

La nacionalidad europea se otorga a los descendientes sefardíes como una reparación histórica. Es una acción de desagravio que contemplan tanto Portugal como España para aquellos cuyos antepasados fueron obligados en el siglo XV a convertirse al catolicismo o a emigrar de la península ibérica, a causa de los edictos reales de los Reyes Católicos españoles en 1492 y del Rey portugués Manuel I en 1497.

Los nuevos requisitos

Como una garantía de un vínculo más estrecho entre el solicitante de la ciudadanía portuguesa con ese país, el gobierno portugués incorporó  nuevos requisitos. Estos son:

1) Viajes recurrentes a Portugal.

2) Conocimiento de la lengua portuguesa.

3) Titularidad de bienes inmuebles en el país.

4) Participaciones en sociedades mercantiles locales.

Indicó Daboín que la especificación del alcance y detalles para el cumplimento de estas nuevas condiciones todavía no han sido precisadas. De allí el lapso de espera que contempla el Decreto Ley para su implementación.

No obstante, considera probable que surjan algunas modificaciones y alteraciones de esos requisitos. De lo contrario, contradicen el objetivo de la reparación histórica, que es restituir los derechos como ciudadanos portugueses a descendientes de quienes fueron expulsados por su fe.

“En todo caso, en SEFAR Universal consideramos que es crucial tomar acción en este período de gracia. Así se aprovecha el marco legal vigente, que es más expedito”, recomendó.

Sin embargo, no alentó falsas esperanzas: “Que sea más expedito no quiere decir que no sea riguroso. Solo tendrán éxito quienes presenten un sólido expediente con investigación genealógica de sus ascendientes y soportes probatorios de la filiación. Esto debe hacerse generación por generación, hasta el antepasado sefardita del siglo XV”, recalcó.

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