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Lula da Silva ya es presidente por tercera vez y promete reconstruir a Brasil

El flamante presidente de Brasil, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, se comprometió este domingo a "reconstruir el país junto al pueblo brasileño", tras el mandato de su archirrival, el ultraderechista Jair Bolsonaro. "El diagnóstico que recibimos del gobierno de transición es desastroso. Vaciaron los recursos de salud, desmontaron la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología, destruyeron la protección del medio ambiente", dijo Lula en su primer discurso tras su investidura en el Congreso de Brasilia.

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Lula recibe faja presidencial de parte del pueblo AFP

El izquierdista Lula da Silva fue investido este domingo por tercera vez presidente de Brasil, en una ceremonia en el Congreso de Brasilia marcada por la ausencia de su predecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien se fue del país el viernes sin nunca reconocer su derrota en las urnas.

En ausencia de su predecesor, Jair Bolsonaro, quien salió de Brasil el viernes para no tener que traspasar personalmente el poder, Lula recibió la banda presidencial en un acto simbólico de parte de un grupo de nueve personas «representantes del pueblo brasileño».

Entre ellos, el cacique Raoni Metuktire, de 90 años de edad, defensor de la amazonia; Francisco, un humilde estudiante negro de 10 años; Alinea Souza, de 33, recicladora de basura; Weslley Rocha, 36, trabajador metalúrgico; Murilo Jesús, profesor, Jucimara Santos, cocinera; Iván Barón; con parálisis cerebral parcial y activista por los derechos de personas con capacidades diferentes; Flávio Pereira (50 años), artesano.

«Asumimos el compromiso de combatir todas las formas de desigualdad (…) Es inaceptable que sigamos conviviendo con prejuicios, discriminación y racismo. Somos un pueblo de muchos colores y todos tienen que tener los mismos derechos y oportunidades», dijoLuladirigiéndose al público.

Lulafue proclamado presidente de Brasil por tercera vez, tras pronunciar un «compromiso constitucional» ante el Congreso y gobernará hasta enero de 2027.

Lula sube la rampa del palacio presidencial de Planalto, acompañado de una representación de sectores de la población brasileño. Foto: ergio Lima / AFP

Es la primera vez desde 1985 que un mandatario saliente no pasa la banda presidencial a su sucesor.

Poco antes, en su primer discurso ante el Congreso, Lula da Silva afirmó que Brasil, una potencia agrícola y pecuaria mundial, «no necesita deforestar» para fomentar su agricultura, y reafirmó su compromiso de eliminar esa lacra en la Amazonía. 

«No hace falta derribar ningún árbol más», basta «replantar los 30 millones de hectáreas de tierra degradada, es posible vivir sin talar madera, sin incendios, sin invadir nuestros biomas,», afirmóLulatras ser declarado presidente en el Congreso, en Brasilia.

Exactamente 20 años después de acceder al poder por primera vez, Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, fue proclamado presidente junto a su vice, Geraldo Alckmin, al pronunciar su «compromiso constitucional».

«Vamos a recomponer los presupuestos de la Educación, invertir en más universidades, en la enseñanza técnica, en la universalización del acceso a Internet, en la ampliación de las guarderías y en la educación pública a tiempo completo», prometió en uno de los principales puntos de su discurso.

La ceremonia se inició con un minuto de silencio en recuerdo del exastro brasileño Pelé y de Benedicto XVI, ambos fallecidos esta semana.

Al Congreso, Lula llegó con el tradicional Rolls Royce negro descapotable junto a la primera dama «Janja», ante los vítores de sus seguidores, algunos de ellos con lágrimas en los ojos.

Contrariamente a la tradición, su predecesor estuvo ausente. Bolsonaro viajó el viernes a Estados Unidos, dos días antes de finalizar su periodo de gobierno.

Por primera vez desde 1985, un mandatario saliente no pasará la banda presidencial, acto que habría de tener lugar más tarde en el Palacio de Planalto.

Al izquierdista lo arroparon una veintena de jefes de Estado, el mayor número para una toma de posesión en Brasil.

Entre estos, figuran los mandatarios de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Honduras y Uruguay, además del rey de España, Felipe VI.

Washington envió a la secretaria de Interior, Deb Haaland, la primera indígena en integrar un gabinete en Estados Unidos y dura crítica de Bolsonaro, mientras que por parte de China asistió el vicepresidente Wang Qishan.

El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva saluda a la multitud, en el desfile junto a su esposa Rosángela da Silva y su vicepresidente, Geraldo Alckmin y la esposa de éste, María Lucia Ribeiro Alckmin, camino a la ceremonia de toma de posesión en el Congreso Nacional, en Brasilia, este 1 de enero de 2023. Foto: Carl de Souza/AFP

Banda presidencial y discurso

Tras la ceremonia en el Congreso, llegará el momento más esperado: Lula caminará por la rampa del palacio presidencial de Planalto y recibirá la faja, una cinta de seda verde y amarilla, los colores de la bandera nacional, bordada en oro y diamantes.

Después tomará la palabra ante unas 30.000 personas, hacia las 17H00 locales (20H00 GMT).

Entre tanto, las calles de la capital rebosaban de simpatizantes de Lula, vestidos en su mayoría de rojo, el color de su Partido de los Trabajadores.

Lula recibe apoyo de  miles de seguidores
Miles de seguidores de Lula da Silva tomaron las calles de Brasilia este 1 de enero de 2023 cuando Luis Inácio Lula da Silva jura por tercera vez como presidente de Brasil. Foto: EVARISTO SA / AFP)

Sapuia Kalapalo, un indígena de 32 años del estado de Mato Grosso (centro-oeste), no quiso perderse la ceremonia, adonde fue con su esposa y dos hijos.

«Los cuatro años del gobierno que se fue (Bolsonaro), fueron malos para nosotros”, explica Sapuia, que vive hace tres meses en la capital. Lula «es una esperanza para nosotros, para nuestros derechos, y la demarcación de tierras indígenas”, agrega.

La ceremonia cuenta con un dispositivo de seguridad inédito, con hasta 8.000 agentes movilizados.

La policía brasileña detuvo la mañana del domingo a un hombre que intentaba entrar en el área de la Explanada portando un cuchillo y fuegos artificiales, detectados en la revisión de seguridad. El sospechoso, que llegó a la capital desde Rio de Janeiro, fue detenido.

Los preparativos para la toma de posesión se habían visto sacudidos luego de la detención de un bolsonarista que colocó un explosivo cerca del aeropuerto de Brasilia para «causar caos», provocar la declaración de un estado de sitio y evitar así la asunción, según su propia confesión.

Desde el balotaje, miles de seguidores de Bolsonaro se movilizaron en varias ciudades para rechazar el resultado en las urnas y pedir una intervención militar.

Desafíos inmediatos

El presidente izquierdista tendrá desafíos inmediatos mayores a los que enfrentó en sus otras dos presidencias, que dejó con una inusual popularidad del 87%.

Unos 30 millones de los 215 millones de brasileños pasan hambre y la economía a duras penas logra recuperarse tras el golpe de la pandemia.

«En los primeros 100 días deberá demostrar qué rumbo tomará el gobierno. La victoria electoral fue apretada y enfrentará un país dividido con una oposición aguerrida. Necesita liderar un gobierno de pacificación y unión nacional», explicó Leandro Consentino, politólogo del instituto Insper de Sao Paulo.

Lula se impuso a Bolsonaro en el balotaje del 30 de octubre por 50,9% de los votos frente a 49,1%, un resultado que dio cuenta de una sociedad profundamente polarizada.

El exsindicalista deberá conquistar «credibilidad» sobre el manejo de las cuentas públicas ante una situación fiscal delicada, pese a que sus promesas de campaña requieren un aumento del gasto para financiar programas sociales, según Consentino.

Según una encuesta del instituto Datafolha del sábado, solo 51% de los brasileños considera que Lula gobernará mejor que Bolsonaro, informó el diario Folha de Sao Paulo.

Lula, emblema d euna nueva era en Brasil
Un enorme muñeco inflable con la imagen de Lula da Silva es desplegado en las Explanada de los Ministerios este 1 de enero de 2023, cuando el dirigente histórico del Partido de los Trabajadores asume la presidencia de Brasil por tercera vez. Foto: DOUGLAS MAGNO / AFP)
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