El presidente Vladimir Putin aseguró el domingo que la campaña militar rusa en Ucrania seguía una «dinámica positiva» tras el anuncio de la toma de Soledar, en el este del país, que fue desmentida por Kiev.
«La dinámica es positiva y todo se desarrolla según los planes del ministerio de Defensa y del Estado Mayor. Espero que nuestros combatientes nos den más alegrías con sus resultados militares», declaró Putin en una entrevista con la televisión pública rusa, difundida este domingo 15 de diciembre.
Preguntado en la pista de un aeropuerto, junto al avión presidencial, el mandatario respondió así a la cuestión de un periodista del canal Rossia-1 sobre «las noticias de Soledar», que el ejército ruso dijo el viernes haber conquistado.
La toma de esta modesta localidad fue presentada en Moscú como una victoria después de meses de reveses en Ucrania, en particular la retirada de la región de Járkov (este) y de la ciudad de Jersón (sur) ante las contraofensivas ucranianas.
Según el ejército ruso, la conquista de Soledar, donde se encuentran unas enormes galerías que permitirían guardar material militar e infiltrarse detrás de las líneas enemigas, es una etapa importante para rodear la vecina ciudad de Bajmut, que Moscú lleva meses intentando tomar.
El sábado, las autoridades ucranianas desmintieron de nuevo el anuncio de Moscú y afirmaron tener «bajo control» la ciudad de Soledar, que tenía 10.000 habitantes antes de la ofensiva rusa y ahora está destruida.
A propósito de la conquista de esta ciudad, tanto el ejército ruso y como el grupo paramilitar Wagner reivindican las operaciones.
El jefe de Wagner, Yevgueny Prigozhin, elogió a sus tropas, a menudo presentadas como rivales de las fuerzas regulares rusas.
«Lo más importante, es el sistema de mando, que ha sido idealmente perfeccionado. El grupo Wagner escucha a todo el mundo, cada uno puede dar su opinión», aseguró en un video publicado el sábado por la noche.
Pero «una vez que se ha tomado la decisión, todas las misiones son ejecutadas, nadie puede dar marcha atrás», dijo. «Es la disciplina más estricta la que nos da esta posibilidad».
Un edificio residencial destrozado
En Ucrania, una nueva oleada de bombardeos golpeó el sábado varias ciudades, entre ellas Dnipró, en el este, donde un edificio residencial quedó destruido. Estos ataques ocurrieron en plenas celebraciones del Año Nuevo ortodoxo.
Según el consejo municipal de esta ciudad, al menos 23 personas –entre ellas una menor– fallecieron en el bombardeo, y otras 72 resultaron heridas. Más de 40 seguían desaparecidas.
El ejército ucraniano afirmó que el inmueble fue alcanzado por un misil Kh-22 y dijo que no contaba con defensas antiaéreas para abatir este tipo de proyectiles.
Un video publicado por los servicios de emergencia ucranianos en Facebook y Telegram mostraba a los rescatistas trabajando en la noche entre los escombros del edificio.
En el sur, en Kryvyi Rig, un persona murió y otra resultó herida tras el bombardeo contra unos edificios residenciales, según un balance oficial.
En total, «el enemigo efectuó tres ataques aéreos y unos cincuenta disparos de misiles en la jornada» del sábado, precisó el Estado Mayor del ejército ucraniano.
Por su parte, el ministerio ruso de Defensa indicó el domingo que la víspera efectuó «disparos de misiles» contra «el sistema de mando militar ucraniano e las infraestructuras energéticas que están relacionadas», y aseguró que alcanzó sus objetivos.
Tanques del Reino Unido
Tras estos nuevos bombardeos contra instalaciones energéticas, gran parte de las regiones del país registraron cortes de electricidad.
«El mundo debe detener este mal», dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reiterando su pedido a los países occidentales para tener más armas.
El Reino Unido prometió el sábado suministrar «en las próximas semanas» 14 tanques Challenger 2 a Ucrania.
Esta entrega refleja «el compromiso del Reino Unido de intensificar su apoyo a Ucrania», dijo el primer ministro británico, Rishi Sunak, al líder ucraniano en una conversación telefónica.
El Reino Unido se convirtió en el primer país en enviar a Ucrania este tipo de carros de combate. Zelenski agradeció la decisión de Londres, que «no sólo nos fortalecerá en el campo de batalla, sino que también envía la señal correcta a otros socios».
La diplomacia rusa reaccionó al anuncio asegurando que la decisión sólo «intensificará» el conflicto, «generando más víctimas, incluso entre la población civil».
Los aliados de Kiev ya habían entregado cerca de 300 carros soviéticos modernizados, pero nunca tanques pesados de fabricación occidental.