Cultura

Rafael Miguel López, el último trovador del Barquisimeto de ayer

En 1935, alternó con Carlos Gardel en el Hotel Jardín, de Maracay. Con sus arreglos musicales, compartió, en 1940, el horario estelar de la cadena radial NBC de Nueva York, en el medio de los programas del comediante Bob Hope y la famosa Diana Durbin. Intérprete del violín, compositor, arreglista, director de agrupaciones de porte clásico, popular y folclórico, y educador musical; se inició en la Mavare. En 1930 fundó la Jazz Band Unión; luego la Orquesta Rafael Miguel López. Protagonizó un memorable duelo musical con Luis Alfonzo Larrain. Creador de la Orquesta Típica Municipal de Barquisimeto. La Orquesta de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado lleva su nombre.

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Texto: Hernán Colmenares / Fotografía: Cortesía

“Nací con la música dentro de mí. Es una necesidad como el agua y la comida”, decía el creador Rafael Miguel López, uno de los últimos trovadores del Barquisimeto de ayer; intérprete, compositor, participe y director, que siempre anduvo entre fusas y semifusas, haciéndose merecedor de un lugar en la historia musical venezolana.

Con Rafael Miguel López se cumplió el refrán que dice “de tal palo, tal astilla”, nacido en Barquisimeto, el 18 de diciembre de 1907, hijo del músico Miguel Ángel López, integrante de la orquesta Mavare; desde muy pequeño mostró vocación por las que serían sus dos grandes pasiones: la música y la pintura.

Alumno fundador del Colegio La Salle, a los trece años de edad, en 1920, se convirtió en uno de los miembros de la primera banda musical de esa institución, dirigida por el Hermano Luis Eduardo, de quien recibió las lecciones iniciales de Teoría y Solfeo, la ejecución de instrumentos de cuerda, viento y piano, a la par de los conocimientos básicos de artes plásticas.

Posteriormente, con el maestro Franco Medina estudió piano, trompeta, trombón y violín. A la vez que continuó su aprendizaje al lado de educadoras musicales de piano como Ángela Fernández de Soteldo y Trina Castillo.

Pero, sería Napoleón Lucena, (desde 1915, había sustituido a Miguel Guerra, en la conducción de la orquesta Mavare), quien contribuiría al desarrollo y perfeccionamiento de las dotes musicales de Rafael Miguel López, especialmente en la ejecución del violín, instrumento que le hizo comprender que para el artista la creación no era más que una conversación que el espíritu sostenía consigo mismo.

Entre 1928 y 1930, incorporado a dicha orquesta, junto con su primo Virgilio Valera, Juan Bautista (Juancho) Lucena, y Virgilio Soteldo, hijo, conformó un inolvidable cuarteto de violines (¡todavía se recuerda!) para el disfrute de los melómanos de aquel entonces.

EL PRIMER DESAFÍO: JAZZ BAND UNIÓN

En 1930, Eustoquio Gómez ejercía la presidencia del estado Lara. Desde su llegada había instalado su despacho en el Hotel Universal, uno de los más prestigiosos de la ciudad. En medio del terror gubernamental que impedía a los barquisimetanos hablar del dictador Juan Vicente Gómez, por temor a los espías del régimen que estaban en todas partes; en las reuniones familiares y clubes se ahogaban los calores al ritmo del folklore local, tangos, valses, y las nuevas melodías: el fox y el jazz.

Ese mismo año, Rafael Miguel López, imbuido, quizás, en el concepto de libertad expresiva característico de la música, decide, por cuenta propia, fundar una agrupación: Jazz Band Unión, para interpretar los distintos géneros musicales, que, además, por si fuera poco, se convirtió en el primer grupo con vocalista, (Juan Ramón Barrios), para las reuniones bailables. Una novedad para la época, puesto que, hasta ese momento, en la región larense, los conjuntos no tenían cantantes.

MARACAY, Y SUS ENCUENTROS CON EL PADRE BORGES

Para 1933, el maestro López, en busca de nuevos horizontes, se instaló en Maracay, capital política de Venezuela, por obra y gracia del general Juan Vicente Gómez. Allí se residenció, en compañía de sus intérpretes, en el Pasaje Sevilla, ubicado en la avenida Páez, entre las calles López Aveledo y Mariño.

En esta nueva parada de su periplo musical, la Jazz Band Unión se transformó en la Orquesta de Rafael Miguel López, agrupación con la que permanecería, en la capital aragüeña, hasta finales de 1935.

Allí, paralelamente, ingresó a la Orquesta Presidencial del General Juan Vicente Gómez, circunstancia que le brindó la oportunidad, como ejecutante, de acompañar la actuación especial de Carlos Gardel, en el Hotel Jardín de Maracay.

De aquella estadía en la “Ciudad Jardín de Venezuela”, siempre evocaría las actuaciones en el Club Bolívar, los encuentros ocasionales con el padre Carlos Borges, en las adyacencias del Mercado Principal, y los frecuentes viajes a Caracas para recibir las lecciones del maestro Juan Bautista Plaza.

LAS EXEQUIAS DE JUAN VICENTE GÓMEZ

A raíz de la muerte del Benemérito Juan Vicente Gómez, a Rafael Miguel López le correspondió participar, al igual que todos los músicos residentes en la ciudad, en las exequias del dictador. Requerimiento que duró tres horas, tiempo en el que transcurrió el traslado del ataúd, en el corto trayecto que va desde la calle Mariño a la altura de la Catedral, hasta el cementerio La Primavera y ante la presencia de más de treinta mil personas.

DÍAS DE RADIO: ¡DE BARQUISIMETO PARA EL MUNDO!

En 1936, los venezolanos apostaron todo por la democracia. El 14 de febrero, de ese año, ocurrió la primera y más grande jornada cívica de la Venezuela contemporánea, que marcó el inicio de la conquista democrática y la consolidación de la paz, tras los 27 años del gobierno de Gómez.

En medio de esas circunstancias extraordinarias, Rafael Miguel López abandona Maracay y retorna a Barquisimeto, presto a continuar impregnando de libertad y espiritualidad al ritmo y cadencia de sus composiciones musicales.

En aquellos días, la radiomanía era un fenómeno que había cautivado a los ciudadanos, dedicados a indagar, en los radiotrons (es decir, los receptores) de marca Stromberg Carlson; Resco and Co., y RCA Víctor, la longitud de onda de tal o cual emisora europea, norteamericana, y de las seis, cuatro en Caracas (Ecos del Avila, Ondas Populares, Radiodifusora Venezuela y Radio Caracas), además de La Voz de Carabobo y La Voz de Lara, que existían en el país.

Vale destacar, que el 29 de julio de 1936 un decreto del presidente de la República, Eleazar López Contreras, crea la Radiodifusora Nacional de Venezuela (hoy Radio Nacional de Venezuela) como estación de carácter experimental para las transmisiones oficiales que salían al aire a través de las emisoras privadas.

Y es precisamente, en La Voz de Lara, propiedad de Arturo Ramos Maggi y Pausides Sigala, donde Rafael Miguel López inició su pasantía radial, incorporándose con su agrupación al bloque de programas diarios. Posteriormente, el 20 de enero de 1938, Radio Barquisimeto inauguró sus emisiones con un concierto dirigido por el maestro, a quien se le encomendó la fundación de la orquesta de planta de la emisora.

ENTRE BOB HOPE Y DIANA DURBIN EN LA CADENA NBC

En 1940, existían 29 emisoras de radio en el territorio nacional, según la nómina de estaciones radiodifusoras del, para el momento, ministerio del Trabajo y Comunicaciones. Ese año le correspondió al maestro Rafael Miguel López ser el director musical de un singular y fantástico proyecto de circuito radial internacional, sin parangón alguno en la historia radiofónica nacional, que dio a conocer, en otras latitudes, el signo cultural de la ciudad musical de Venezuela.

Todo comenzó cuando al copropietario de Radio Barquisimeto, Amílcar Segura, se le ocurrió la ingeniosa idea de comprar, en el horario estelar, un espacio de treinta minutos a la National Broadcasting Company de Nueva York, (NBC), que a la sazón era un emporio radial de 147 emisoras, con un alto índice de audiencia en Estados Unidos.

El programa totalmente en español, se difundía en un horario estelar. Esto, porque entre las siete y siete y media de noche le correspondía el turno al comediante Bob Hope, luego venía la media hora de Amílcar Segura, e inmediatamente, a las ocho, entraba la famosa artista Diana Durbin.

La música del programa era grabada, bajo la dirección orquestal del maestro Rafael Miguel López, en los estudios de Radio Barquisimeto. La transmisión radial, desde Nueva York, era oída en cadena, de costa costa en Norteamérica, en algunos países latinoamericanos y en el territorio venezolano.

Paralelamente, a esta experiencia radial inédita que, hoy por hoy, 79 años después, es digna de admiración; el maestro López, a partir de la década del 40, condujo durante 12 años en Radio Barquisimeto, un programa dominical en vivo, ( inicialmente de una hora y llevado, posteriormente, a cinco, gracias al elevado rating que mantuvo) con la orquesta de los estudios de la emisora, que había fundado.

SU ETERNA PASIÓN: LA MÚSICA

En 1936, el presidente del estado, general José Rafael Gabaldón, decreta la creación de la Escuela de Música, (actual Conservatorio de Música Vicente Emilio Sojo), que se hizo realidad en 1938- Proyecto al que Rafael Miguel López se vincula al asumir la Cátedra Elemental de Violín, aparte de incorporarse, como ejecutante, a la Banda de Música del Estado, bajo la dirección del maestro Antonio Carrillo. De igual manera, propicia al lado de otros intérpretes la fundación del Sindicato de Músicos del estado Lara.

López, por esa misma fecha, funda la Orquesta Típica Venezolana, sufragada por él, sin ningún tipo de ayuda oficial, con el afán de preservar y difundir la música típica y popular del país; proyecto al que se unen los intérpretes Julio Pérez, Henrique Castillo Bustamante, Elías Rivero, Virgilio Valera, Carlos Torres, Armando Goyo Affigne y Félix Álvarez. Agrupación que mantendría junto a la orquesta de baile que llevó su nombre.

RAFAEL MIGUEL LÓPEZ VS LUIS ALFONZO LARRAIN

En 1945, la Orquesta de Rafael Miguel López protagonizó, con resonante éxito, en el baile de celebración del cuatricentenario de la fundación de El Tocuyo, un maravilloso duelo musical, hasta las siete de la mañana del día siguiente, con la Orquesta de Luis Alfonzo Larrain, El Mago de la Música Bailable, en las instalaciones del Convento de los Ángeles, hoy sede de la Casa de la Cultura de dicha ciudad.

EL CUADERNO DE MELODÍAS LARENSES

En 1943, doce de sus obras las publicó bajo el título de “Melodías Larenses”, considerado el primer cuaderno de música impreso en Lara. En 1962, se integró como miembro fundador de la Orquesta de Cámara de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, bajo la conducción del profesor Omar Vásquez.

En 1964. Continuó su labor en pro del rescate del acervo musical de su tierra natal y presentó el libro “Apuntes de la Cultura Musical Larense desde fines del siglo pasado”, editado por el Concejo Municipal de Barquisimeto. Asimismo, costeó, de su propio peculio, la edición de su disco “Cuerdas y Voces Larenses”, del sello Ramilop.

LA ORQUESTA TÍPICA MUNICIPAL DE BARQUISIMETO

El 15 de abril de 1972, en el Teatro Juares, dirigió el concierto inaugural de la Orquesta Típica Municipal de Barquisimeto, otro de sus sueños hecho realidad, donde permaneció, como director fundador, hasta 1992. En un lapso de veinte años, realizó el registro y arreglo para su interpretación de más de 217 composiciones de autores larenses. Hoy día, la orquesta es una institución al servicio de la cultura colectiva, con más de tres mil conciertos realizados.

El 15 de marzo de 1986, el Festival Musical Distrital, auspiciado por la Fundación Larense para la Cultura, le reconoció su talento al brindarle un homenaje junto a las figuras de Juancho Lucena y Juan Pablo Ceballos. El 15 de febrero de 1998, la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado dio comienzo, con un concierto, a las actividades de la Orquesta Rafael Miguel López, como una manera de honrar a un destacado representante de la interpretación popular venezolana.

EXCELSO COMPOSITOR

Rafael Miguel López, era un artista de elevados conocimientos musicales, que gracias a la calidad de sus creaciones filarmónicas y a las estilizaciones que hizo del folklore larense, obtuvo innumerables premios y reconocimientos.

Para muestra, tenemos que en 1942 se hizo acreedor al Primer Premio de la Canción Venezolana, realizado en Maracaibo por la emisora Ecos del Zulia, con la canción “Junto a ti” y el merengue “El carrito”. El año 1963, le brindó una Mención Honorífica en el concurso organizado por la Televisora Nacional. En 1964, “Lo que tú sentirás”, le permitió el tercer lugar en el Primer Festival de la Canción Venezolana.

En 1966, “Caracas de Ayer”, obtuvo el Primer Premio del concurso de Música Popular Venezolana. 1967, “Crespúculo Larense” Primer Premio del Festival Folklórico del Estado Lara. 1968, tercer premio en el IV Festival de la Canción Moderna, realizado en Caracas.

En 1970, finalista en el III Festival de la Canción Mensaje. 1971, tercer lugar en el IV Festival de Música Popular, organizado por el Ateneo de Trujillo. 1973, finalista en el II Festival de Música Popular Venezolana, en Caracas. 1988, finalista en el Concurso Cantos a Lara, patrocinado por Industrias Pampero.

Entre sus numerosas composiciones, más de seiscientas, se encuentran los valses “Felicia”, “Sanare”, “Teresita”, “Suplicante”, “Barquisimeto”, “Bajo el rumor de un beso”, “Tardes larenses”, “Macuto”, “Amparo Primera”, “Aura Marina”, “Ensoñación”, “Así yo te soñé”, “Besándote”, “Un recuerdo”, “Juan Pablo”, “Morena”, y “Legendaria Caracas”.

En marzo de 1988, la empresa eléctrica Enelbar, presentó la exposición “Lienzos y Pentagramas”, que recogió la muestra pictórica del maestro Rafael Miguel López, una individual de su vida, influenciada por la escuela de Rafael Monasterios, desde los días que estudió en el Colegio La Salle.

Su muerte ocurrió el 28 de febrero de 2002. Al día siguiente, el 1 de marzo, el sepelio del trovador Rafael Miguel López, que siempre llevó un ruiseñor prendido en el corazón, significó, camino al Cementerio de Santa Rosa, cercano al Templo La Consolación, una grandiosa manifestación de duelo del pueblo barquisimetano, acompañada por músicos y voces que entonaron sus hermosas canciones. ¡Es verdad, maestro, usted nació con la música por dentro!

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