Esperando desde las 5:00 de la mañana, un grupo de 12 pacientes renales aguardaban a las puertas de la Oficina del Comisionado de los Derechos Humanos en la frontera por una autorización presidencial que les permitiera pasar a Colombia para cumplir con su tratamiento regular.
Pasadas las 10:00 de la mañana mujeres, hombres y niños que requieren del tratamiento de diálisis no habían recibido la autorización para cruzar el puente internacional y viajar a Cúcuta a los distintos centros de salud donde reciben el tratamiento de manera gratuita.
“Soy paciente de diálisis y paso tres veces a la semana a practicarme el tratamiento en Cúcuta. Nos dijeron que tuviéramos paciencia que pasaríamos luego que en Caracas autorizaran, pero pasa el tiempo y nada nos resuelven. Si pierdo el día peligro que en vez de ir a diálisis caiga en cuidados intensivos porque vengo de un fin de semana largo y no puedo esperar más. Me dializo los martes, jueves y sábado y aquí en Venezuela no tengo posibilidades de hacerlo”, dijo Glenda León.
En la misma situación de Glenda se encontraban los demás pacientes, incluyendo una octogenaria que recién llegaba del estado Aragua y era acompañada por la hija que suplicaba a los militares venezolanos les permitieran el paso hacía Colombia.
“Es difícil regresarnos a Maracaibo de nuevo. Vengo a dejar a mi mamá donde mi hermano en Cúcuta, ella está enferma de un ACV y tiene problemas respiratorios y le pido a los militares que me permitan llevarla, ella tiene 88 años y no se siente bien”, suplicaba Omaira Villamizar arrastrando la silla de ruedas de su madre.
Que las personas en la frontera colombo venezolana cuenten con ciudadanía fronteriza, que usen la misma moneda y que la frontera esté abierta 24 horas son solo algunas de las propuestas iniciales de la Cátedra de Frontera, una iniciativa en la que participan universidades y organizaciones de ambos países
El de este martes fue el quinto cara a cara oficial entre Petro y Maduro desde que el presidente colombiano asumió el poder en agosto de 2022 y retomó las relaciones con su vecino
El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, calificó como “al límite” el margen de maniobra de ese país debido al intenso paso de migrantes por el Darién, lo que habría motivado a su gobierno a actuar, aunque expertos en el tema aseguran que no se actúa de la mejor manera | Andrés Cañizález y Miguel Ángel Valladares
