Salud

"Querer vivir", el primer paso para superar el cáncer de mama

En 2010, Regina Stanila recibió la noticia que padecía de cáncer de mama en su seno izquierdo. Como toda paciente oncológica, sintió miedo y tristeza. Pensó “me voy a morir”. No obstante, después de retomar la calma, tomó un decisión: que viviría y que haría todo lo que estuviera a su alcance hasta recuperar su salud, con mucho ánimo, alegría y esperanza

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FOTOGRAFÍA: CORTESÍA

Después de realizar el tratamiento de radio y quimioterapia, los médicos le informaron que era necesario que se realizar una mastectomía radial del seno afectado, a la cual se sometió. Ante esto, los médicos le confirmaron qque existía una operación en la la cual podría simular la cirugía anterior con un implante. Sin embargo, se negó.

“Me negué a someterme a ese operación. La verdad yo no pensaba que había perdido un seno, lo importante era que estaba viva, lo demás no me importaba. Además de inyectarme todo el tratamiento por mis venas, también decidí tomar medicinas para el alma, para el espíritu, no pensar en la muerte, sino en la vida, pero una vida de calidad, con amor, “señaló Regina.

Recuerda que cada vez que acudía a la consulta médica, al colocarse el sostén, tenía que rellenar el espacio de la mama faltante con trapos para que no se notara la diferencia. “Una vez un médico me recomendó que fuera a una farmacia en donde estaban vendiendo unas prótesis externas, que se pegaban a la piel, llegue hasta el local y el dependiente me saco del mostrador una caja y me enseño las prótesis, me dijo que podía pasar al baño a medírmela, pero yo le dije que no haría eso, que no me sentía bien, que esto no podía ser tratado como si comprara un par de zapatos. El muchacho me comprendió, tomó la caja y la guardó”.

Antes de conocer de su enfermedad, Regina Stanila trabajaba en un taller de costura, en donde hacían distintas piezas de ropa. “Después de mi operación, mi socia me dijo que ella haría un patrón para hacerme un sostén con prótesis adaptada. Hicimos la pieza y luego la perfeccionamos. Un amigo periodista conoció sobre el emprendiendo y me hizo una entrevistas, fue de gran impacto para las mujeres que son pacientes oncológicas, que al igual que yo tuvieron una respuesta a un problema con mi emprendimiento”, señaló.

Esta experiencia fue lo que la impulsó a la creación de la Fundación Trofeo Viviente. Su emprendimiento de los sostenes con prótesis han venido a ayudar a una gran cantidad de mujeres en todo el país, que considera son los verdaderos trofeos de ser admirados.

“Así como yo recuperé esa alegría de vivir, quise también lo hicieran todas las mujeres que han pasado por lo mismo, por lo que buscamos financiamiento para hacer todos los años una jornada de donación de nuestros productos a mujeres de escasos recursos”.

Además, Stanila realiza piezas de trajes de baño para las mujeres con mastectomía, diversos estampados y modelos que se adaptan a cada figura y evita que se note la imperfección.

A su vez, Regina participa en los grupos de apoyo tanto a los pacientes, como a los familiares del cáncer de mama. “Pienso que es necesario cambiar la campaña para invitar a las mujeres a realizarse los exámenes de prevención, pues los primeros mensajes que recibimos son de miedo a la enfermedad, y el miedo paraliza. Hay que cambiar ese mensaje, dando conciencia que el cáncer es una enfermedad, que no solo se combate con tratamientos químicos. También una buena aptitud, con la alegría de vivir, con amor y con ayuda, pero siempre recordando que la primera ayuda debe venir de nuestro interior, de nuestras ganas de hacer lo necesario para seguir el camino y cumplir las metas”.

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