Sheila O'Leary, de Florida, Estados Unidos, alimentaba a sus hijos solo con frutas y verduras crudas. El más pequeño, fallecido al año y medio de edad, tenía el peso y tamaño de un bebé de 7 meses
En septiembre de 2019, la policía de Florida, Estados Unidos, recibió una llamada de emergencias de Sheila O’Leary, que reportaba que su hijo de 18 meses no respiraba. Al llegar, encontraron al bebé ya muerto y estaba tan desnutrido que parecía un niño de 7 meses. Pesaba menos de 8 kilos.
Al investigar descubrieron que esta mujer vegana y su esposo, vecinos de la zona de Cape Coral, alimentaban a sus tres hijos con una estricta dieta basada solo en frutas y verduras crudas. Sus otras niñas, 3 y 5 años, también sufrían de bajo peso y estaban desnutridas.
El bebé fallecido, Ezra, estaba en condiciones crónicas de desnutrición y su madre no buscó ayuda médica, según reportó el medio Univisión. Tenía una semana sin comer, según confesó la mujer en los interrogatorios y la noche anterior a su fallecimiento, el pequeño no había dormido bien porque estaba tan débil que ni siquiera podía respirar.
Ayer 1 de septiembre de 2022, O’Leary fue condenada a cadena perpetua acusada de 6 cargos por la muerte de su hijo: asesinato en primer grado, abuso infantil agravado, homicidio involuntario agravado, abuso infantil y dos cargos de negligencia infantil.
Su esposo, Ryan O’Leary, está preso también, con los mismos cargos, a la espera de su juicio. Se espera que la condena sea similar a la de Sheila O’Leary.
La custodia del hijo mayor de Sheila, de 11 años, fue asignada a su padre biológico.
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