En el Día Internacional del Inventor los venezolanos no nos quedamos atrás, desde la creación de la vacuna contra la lepra hasta las mejores arepas del mundo, en la siguiente lista hay para todos los gustos y usos.
Cada 9 de noviembre se celebra el día del inventor, fecha en la cual nombres como Gutemberg, Fleming o Edison resuenan por haber hecho historia con sus inventos e innovaciones que permitieron la evolución de grandes sistemas hoy en día imprescindibles, como la imprenta o el teléfono. Ellas marcaron la pauta, y sin embargo el mundo continúa trabajando por mejorar y evolucionar todo lo que ya ha sido creado y lo que no también.
Los venezolanos no se quedan atrás en esta ciencia, estos son algunos de los inventos patentados por emprendedores en el país:
La vacuna contra la lepra: El primero en la lista no podría ser otro que el médico venezolano Jacinto Convit, un pionero que desarrolló la vacuna contra la lepra, descubrimiento que le valió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 1987, además de una postulación en 1988 para el Premio Nobel de Medicina. El trabajo en el desarrollo de una vacuna para la prevención y cura de la lepra sirvió de base para la inmunoterapia de la leishmaniasis.Su descubrimiento ha sido probado en una población de 70 mil persona y su huella indeleble permanece con la Fundación Jacinto Convit.
La “Harina PAN” : nada más venezolano que una arepa con diablito y una malta bien fría, estos son productos 100% venezolanos que ningún otro país puede alardear de consolidar. El día 4 de junio de 1954, la Dirección de Comercio de la propiedad Industrial y Comercial del Ministerio de Fomento de la República de Venezuela, concedió al ingeniero Mecánico Luis Caballero Mejías la patente 5176, titulada Harina de Masa de Maíz o Masa de Maíz Deshidratada a partir del desarrollo que dicho profesional había realizado para industrializar la producción de masa de maíz. Desde entonces la harina de maíz es un alimento imprescindible en la cotidianidad venezolana y se ha hecho famosa en otras partes del mundo por su originalidad y su sabor único a la hora de convertirla en arepas.
El teleférico de Mérida: si bien los venezolanos no inventamos el sistema de cabinas que puede llevarte de una distancia a otra en alturas no aptas para quienes sufren de vértigo, si poseemos el teleférico más alto y largo del mundo, el cual conecta a la ciudad de Mérida con el Pico Bolívar. Mide aproximadamente 12,5 km de largo y llega a una altura de 4765 msnm.El primer teleférico de Mérida fue proyectado en 1952 por un grupo de andinistas venezolanos llamado el Club Andino Venezolano durante el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, a fin de construir un sistema que facilitara el ascenso a la Sierra Nevada de Mérida. Esta obra de ingeniería fue tradicionalmente única en su tipo y tiene más de 50 años de historia.
El Bisturí de diamante: creado por el científico y médico venezolano Humberto Fernández-Morán. Como lo evidencia el nombre su hoja fabricada con diamantes es empleada en microcirugías como las realizadas en oftalmológica. También se utiliza para realizar cortes ultrafinos en materiales desde tejidos biológicos hasta muestras lunares traídas a la Tierra por astronautas. Algunos orfebres lo utilizan para seccionar tramos precisos de materiales blandos, como la plata.
Orimulsión es una marca registrada que se utilizó para designar a un combustible desarrollado conjuntamente por las empresas petroleras Corpoven, Lagoven
Motor de Aire: El ingeniero Luis Solórzano, radicado en Estados Unidos pasó a engrosar la lista de criollos destacados en el exterior, luego que la Oficina de Patentes de Estados Unidos (Uspto), reconociera uno de sus inventos más novedosos, el “Motor de Aire”, el cual genera un movimiento auto sostenido mediante la extracción de la energía térmica del ambiente, que puede utilizarse para mover un vehículo o impulsar un generador eléctrico, sin requerir almacenamiento de combustible.
Este elemento tiene posibilidades que van desde su aprovechamiento en aviones; proyectos eólicos; recuperación de potencias en fábricas; reducción de contaminación ambiental y del calentamiento global; uso de la robótica; hasta la electrólisis del agua para producir oxígeno e hidrógeno.
La pinza de Rincones: artefacto industrial diseñado por el venezolano Rafael A. Rincones a finales del siglo XIX. Este dispositivo de agarre destinado a recuperar piezas perdidas dentro de los pozos explotados por la Compañía Petrolera del Táchira. Se le considera como uno de los primeros indicios de artefactos o de tecnología desarrollada por venezolanos.
