Oposición ve suerte del país en el revocatorio a Maduro

La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) insistirá en esa posibilidad ante las autoridades, convocando a dos nuevas marchas para protestar el lunes y el martes en todo el país hasta que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dé respuesta al paso pendiente por el revocatorio que quedó el pasado día 2 en un punto ciego.

Los opositores volverán a las calles por una respuesta sobre la validación de las casi dos millones de firmas que entregaron hace más de un mes para legitimarse como organización ciudadana, un paso previo y fundamental a la solicitud del revocatorio del que esperaban recibir respuesta el pasado jueves.

Los opositores informaron en un comunicado que el directorio del Poder Electoral se reunirá mañana para acordar el inicio del proceso de validación presencial de esas firmas, una jornada para la que han llamado a sus partidarios a manifestarse en las calles mientras los rectores se encuentran reunidos.

El martes, aseguraron, se producirá una muy esperada reunión entre el directorio del CNE y la MUD «para discutir los detalles del mencionado proceso de validación», un encuentro que según los opositores se ha suspendido unas cinco veces en los últimos días, y para el que esta vez llamaron al acompañamiento de sus partidarios.

Pese a que el Gobierno del chavista Nicolás Maduro ha asegurado que no hay suficiente tiempo para completar los pasos para activar ese proceso este año, los opositores insisten en esta como la única vía para aliviar la crisis política y económica del país.

«Una crisis tan profunda como la que está viviendo Venezuela no puede resolverse por lo que diga Maduro o por lo que diga la MUD, una crisis tan profunda como la de Venezuela tiene que resolverse por lo que diga el pueblo, eso se llama una consulta popular adelantada, eso se llama referendo revocatorio», dijo el secretario de la alianza de partidos opositores, Jesús Torrealba.

Esta aseveración del vocero de la alianza opositora, hecha en una entrevista con el canal local Televen, se da tras varios días de protestas en diferentes ciudades del país con graves problemas por la escasez de alimentos, medicinas, y artículos de primera necesidad.

El opositor afirmó que el país «está estallando por los cuatro costados», y que es cuestión de tiempo para ver «a los jerarcas del oficialismo corriendo, buscando la solución pacífica, porque aquí va a haber cambio, no porque el Gobierno lo permita, no porque la oposición lo impulse, sino que la realidad social y económica del país está explotando por todos lados».

El líder opositor Henrique Capriles llamó la atención sobre la situación venezolana en la que, según sus números, «en los últimos dos años más de 50.000 venezolanos han sido asesinados por la falta de seguridad, la inflación de alimentos supera 700 % y las fábricas privadas y públicas están paralizando su producción por falta de insumos».

En un artículo de opinión replicado hoy por varios medios, el principal promotor del revocatorio señaló además la escasez de medicinas y alimentos que, dijo, «está generando muertes y saqueos todos los días».

El Gobierno por su parte insiste en llamar a sus opositores a la mesa para que se establezca un diálogo que ayuda a instalar la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) con el fin de recuperar la estabilidad del país afectada principalmente por su economía.

El excanciller y diputado venezolano Elías Jaua, uno de los representantes del Gobierno para las gestiones de un diálogo con la oposición, afirmó hoy que el Ejecutivo está dispuesto a «avanzar en todo» para superar la situación del país caribeño.

Jaua, que formó parte de una delegación gubernamental para unas reuniones exploratorias, aseguró que desde el Gobierno están dispuestos a avanzar «especialmente por lograr una estabilidad política que nos permita avanzar en la solución de la compleja situación económica».

Mientras tanto volvieron a registrase focos de violencia en algunas ciudades del país con situaciones de caos frente a los comercios a los que acuden los venezolanos para intentar comprar los alimentos escasos y subsidiados por el Estado.