Luis Florido, diputado de la Asamblea Nacional y miembro del Parlamento Latinoamericano, llegó aproximadamente a las 4:00pm al aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía en Caracas luego de haber sido retenido por más de nueve horas en el aeropuerto de Managua, luego de que las autoridades de ese país le prohibieran la entrada.
A su llegada a Maiquetía expresó que tanto a él como a su acompañante, Manuel Avendaño, asesor de la Comisión de Política Exterior, fueron retenidos bajo la excusa de que estaban siendo investigados por narcotráfico. Mostraron el acta de “inadmitidos”. Florido acotó que le violaron su inmunidad parlamentaria regional debido a que forma parte de los legisladores del Parlatino.
Tanto él como Avendaño permanecieron incomunicados entre sí, sin derecho a un abogado y “secuestrados” por los oficiales del aeropuerto.
Además de ellos, los otros dos diputados de la Unidad, Williams Dávila y Ángel Medina, fueron impedidos de ingresar a Nicaragua, adonde viajaron para solidarizarse con 28 legisladores contrarios al presidente Daniel Ortega destituidos la semana pasada.
Florido expresó que viajaron para solidarizarse con el país y para llevarles el acuerdo aprobado el martes en la AN de apoyo al Congreso nicaragüense al que Ortega le dio un golpe e instauró un régimen de partido único.
«Fuimos expulsados, fuimos retenidos apenas llegó el avión», dijo Florido, también presidente de la Comisión de Política Exterior.
La esposa del líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, fue a recibir al parlamentario a su llegada a Venezuela. Horas antes, la Asamblea aprobó un acuerdo en rechazo a los atropellos del gobierno de Nicaragua contra los diputados venezolanos que intentaron visitar el país.
Los migrantes de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití podrán seguir optando por este programa para reunirse con su familia en Estados Unidos. Hasta ahora son más de 350 mil personas las que han podido llegar a este país con este mecanismo
El peligroso escenario Nicaragua despunta en el horizonte de Venezuela. Según los politólogos John Magdaleno y Ramón Guillermo Aveledo, esto traería una profundización de las violaciones a los derechos humanos, civiles y políticos, y a nadie le convendría esto, ni al régimen ni al resto de los venezolanos.
El pasado miércoles, la vicepresidenta y esposa de Daniel Ortega, Rosario Murillo, llamó "diablos" a los religiosos que, según ella, siembran "odio" en el país
