Pranes, mentiras y videos | Lo que hay detrás de la cárcel de Guárico

Veamos en cuatro claves qué hay detrás de este conflicto.

Guerra de videos

El conflicto muestra un lado novedoso en la crisis carcelaria venezolana: el poder persuasivo de la imagen. El «pran» Hernández, mejor conocido «Franklin Viruviru», «Franklin La Guaira» o «Franklin masacre», se mantiene activo en la plataforma digital con más de cuatro videos publicados en su propio canal de YouTube. Allí denuncia la situación sanitaria del penal, mostrando a reos enfermos de tuberculosis, y colocando a embarazadas y niños. Vestidas de blanco ante las cámaras, las mujeres claman por la paz o exigen comida o medicinas para sus familiares presos. La imagen de Hernández nunca aparece en YouTube pero su voz siempre está presente con mensajes directos al Gobierno. Funcionarios del ministerio de Asuntos Penitenciarios también replicaron con dos videos, acusando al pran de ser un sanguinario que mutila a sus víctimas por negarse a pagar extorsiones.

¿Familiares, escudos humanos o cómplices? 

En el centro del conflicto hay 2.000 familiares de los internos que se encuentran desde hace dos semanas en la cárcel guariqueña. Mujeres embarazadas y menores de edad se encuentran en el grupo. Fuentes consultadas por El Estímulo aseguran que estas personas sirven como simples escudos humanos para evitar el traslado de los reos a otros centros y que las armas, la droga y el dinero que reposan detrás de los muros de la PGV sea incautadas en un eventual allanamiento. «Allí hay de todo, muchos familiares saben muy bien por qué están ahí durante días», dijo un funcionario del ministerio que dirige Iris Varela.  En uno de los videos, las mujeres dicen que no están secuestradas sino que buscan proteger a sus esposos de una «tragedia» similar a la ocurrida en la cárcel de Uribana (Lara), que terminó en 2013 con 65 muertos.

El poder del pran 

A pesar de lo que muchos piensan, Franklin «Viruviru» no es un preso de la PGV. Pagó condena una vez, pero ahora pasa temporadas en el centro cuando lo policía lo busca. Según el Ministerio de Asuntos Penitenciarios, Hernández de 46 años está más protegido en la cárcel que fuera de ella. Detrás de los barrotes, cuenta con el apoyo de otro líderes carcelarios para despojar del poder a Nelson Barreto (El Ratón), quien también controla el negocio de las extorsiones de la PGV. Según el diario pro oficialista Últimas Noticias, los dos pranes se disputan la suma de más de 23 millones de bolívares que recolectan semanalmente producto del “impuesto de vida” cobrado a los reos. Quienes no pagan son mutilados, afirma el rotativo. Con un prontuario que data desde 1996, Franklin Hernández está vinculado con el llamado Tren de San Juan, la banda dedicada a robos, secuestros y extorsiones en el estado Vargas, en el norte del país. El último cumpleaños de Franklin «Viruviru», celebrado el mes pasado en el penal, dejó dos muertos y 27 heridos al explotar una granada. Es el mismo jefe mafioso que en agosto pasado retuvo durante una semana a 20 trabajadores del Ministerio de Asuntos Penitenciarios de la PGV para presionar el traslado de 2.000 internos a la PGV y así cobrar más extorsiones a la semana. Durante este conflicto, el pran ha logrado movilizar en dos ocasiones a los familiares de los internos -muchas de ellas mujeres- para manifestarse a las puertas del ministerio de cárceles en El Rosal.  “El terminal fue cerrado, no permiten la entrada de la gente ni la salida de San Juan (de Los Morros). Ellos (el Gobierno) piden paz y no preservan el derecho a la vida», denunció una de las manifestantes.

El silencio de la ministra

Un rumor mantiene en tensión a la cárcel de San Juan de los Morros. La intervención de la PGV suena desde el robo de un lote de granadas en septiembre que, según versiones no oficiales, se encuentran en la cárcel. Funcionarios del Ministerio de Asuntos Penitenciarios prometen que no intervendrá el penal. El presidente de la Comisión de Cultos y Régimen Penitenciario, diputado Richard Blanco, exigió a Iris Varela, su presencia en el penal. Hasta ahora, la ministra no se ha pronunciado públicamente del caso. “Ellos (los reos) se quejan que ninguna institución ha respondido a las peticiones que han hecho, entre las que hay denuncias de varios internos con tuberculosis, escabiosis y enfermedades venéreas”, aseguró Blanco a periodistas.