En esta ocasión, la Doctora Ana Herrera, Directora del Jardín Botánico, contó a El Estímulo que las zonas afectadas fueron el Departamento de Relaciones Públicas, donde las paredes de ladrillos calados fueron violentadas y se abrieron “boquetes de 1,50 cm de alto y un metro de largos”, para que los delincuentes ingresaran, un baño de damas y un aula de clases.
Entre lo hurtado, según enumeró Herrera, se encuentran “dos compresores de aire acondicionado, material de oficina, tres teléfonos, un filtro de agua y diversidad de utensilios de jardinería”.
La académica contó que en el Departamento de Relaciones Públicas “hicieron destrozos. Movieron los mobiliarios, sacaron las gavetas y partieron sillas. Todo con saña, cada vez los hurtos son con más saña”.
El galpón del vivero en el sitio también fue perjudicado, Herrera explicó que “el jefe de jardín todavía no ha especificado lo que se llevaron de allí. Este tipo de hurtos son recurrentes en el Jardín Botánico. No hay vigilancia de ningún tipo”.
Dentro de las instalaciones no había nadie al momento de producirse el suceso, por eso Herrera insiste en que no puede llamarse un robo. “El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) diferencia mucho eso. Un robo es cuando hay gente que lo vea, un hurto es cuando no hay nadie. En este caso fue así”, culminó.]]>