De acuerdo al diario El Carabobeño, el religioso considera que las aseveraciones del jefe de Estado venezolano, en las que afirma que hay «unos obispos bandidos que no protegen al pueblo (…) sino que están en una conspiración permanente y usan su sotana para conspirar», demuestran una «crasa ignorancia», ya que las instituciones de la Iglesia buscan mejorar la calidad de vida de los venezolanos.
“Las acciones de Cáritas diocesanas, de pastoral social, de atención, de búsqueda de recursos para alimentos y medicinas, amén de otras tantas cosas, hablan precisamente de cómo no solo estamos preocupados sino ayudando en la protección del pueblo sin distinciones de clase ni de ideología política”, aseveró.
Aseguró que las palabras del jefe de Estado son también «un pecado» y «un delito», que debe tener repercusiones jurídicas.]]>