Los negociadores guardaron silencio el miércoles en la víspera de un nuevo encuentro, aunque ambas partes han asomado su intención de comunicar a los países, que participan como garantes de las conversaciones, algunos detalles sobre el operativo policial que acabó el lunes con la vida de Pérez y otras 8 personas.
Dos días después de este suceso no ha sido reconocido por familiares el cuerpo del exagente, que saltó a la fama en junio pasado tras atacar con bombas desde un helicóptero de la Policía dos edificios oficiales en Caracas.
La morgue de Bello Monte, el principal depósito de cadáveres de la capital venezolana, amaneció custodiada por efectivos militares que desde tempranas horas de la mañana restringieron el paso de vehículos y prohibieron a los familiares de los fallecidos y a los periodistas acercarse a la zona.
Una de las cuentas utilizadas en las redes sociales por el grupo de Pérez para difundir sus vídeos, en los que denunciaba la «dictadura» del presidente Nicolás Maduro, había anunciado que el cuerpo sería «entregado a unos familiares a las 07.00 (11.00 GMT)».
Según esa misma cuenta, una mujer embarazada y un menor de edad de unos 10 años habrían muerto en el operativo, fuertemente criticado por la oposición y por organizaciones de derechos humanos que acusan al Ejecutivo de haber cometido «ejecuciones extrajudiciales».
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) afirmó hoy que al grupo de sublevados «los ajusticiaron» pese a que a través de las redes sociales circulan vídeos que muestran el deseo manifiesto de los insurrectos de rendirse y entregarse a las autoridades.
«Óscar Pérez y el resto querían rendirse, lo pidieron a gritos, lo pidieron en vídeos. Los ajusticiaron. Les aplicaron una pena de muerte que está prohibida por nuestra Constitución, sea cual sea la opinión que tenga cada quien del accionar de este grupo», sostuvo la MUD en un comunicado.
Para investigar estos «asesinatos», el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, instaló una comisión especial.
Durante la conformación de este equipo parlamentario, encabezado por la presidenta de la Comisión Política Interior, Delsa Solórzano, estuvieron presentes varios de los familiares de los fallecidos que exigen ver los cuerpos de los fallecidos.
Al final del día, algunos familiares de los sublevados que fueron abatidos lograron ingresar a la morgue de Bello Monte y al salir evitaron hacer declaraciones a los medios.
El antichavismo retó además al ministro de Interior, Néstor Reverol, a revelar los nombres de los opositores que, según aseguró él ayer, facilitaron información al Gobierno sobre el paradero de Pérez.
En este sentido, la MUD publicó hoy una carta que envió este martes al presidente dominicano, Danilo Medina, en la que le pide «tomar debida nota» de este asunto y «hacer un llamado al respeto entre las partes».
«Nos parece inaceptable y así lo rechazamos que se quiera enlodar un proceso que se ha llevado con tanto esfuerzo con acusaciones irresponsables y en su totalidad falsas», reza la misiva tras considerar que las declaraciones de Reverol «comprometen la buena marcha» de las negociaciones iniciadas en diciembre.
Con todo, la delegación opositora reiteró su voluntad de continuar con las negociaciones y de preservar el acompañamiento de los cancilleres de Chile, México, San Vicente y las Granadinas, Nicaragua y Bolivia «que sin duda han contribuido de manera efectiva a un mejor entendimiento de los temas debatidos».
Por su parte, el chavista Diosdado Cabello, uno de los hombres más influyentes del Gobierno venezolano, aseguró la noche del miércoles tener información según la cual el antichavismo planea no asistir al encuentro de este jueves en Santo Domingo.
Cabello adelantó que las autoridades capturarán a quienes financiaron al exagente y denunció que los insurrectos planeaban activar dos bombas en Caracas, una de ellas en la embajada de Cuba.
Afirmó que en la operación en cuestión hubo enfrentamientos a disparos durante al menos siete horas y acusó a los insurrectos de mentir sobre la presencia de civiles así como de tener en el sitio un carro lleno de explosivos con el que pretendían, dijo, asesinar a más funcionarios