«Obviamente estamos, como muchos países, muy preocupados por lo que ocurre en Venezuela, que es un país extraordinario, pero nos resulta desolador ver el impacto que el proceso político está teniendo en el país y en los países limítrofes también», declaró Urs en una rueda de prensa telefónica en Lima.
El embajador agregó que EE.UU. está mirando «muy de cerca lo que esta pasando y alentando a Venezuela a hablar con la oposición y volver al proceso de la Constitución».
Algunos de los puntos pactados por ambas partes son el cronograma para las elecciones presidenciales, plena soberanía para Venezuela, situación económica y social del país, y la Comisión de la Verdad.
El embajador estadounidense en Lima comentó que Tillerson destacó el liderazgo regional de Perú, como nuevo miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y por «el rol que ha tomado como un líder en el Grupo de Lima, en cuanto a tratar de ver cómo resolver los problemas en Venezuela».
Con miras a la Cumbre de las Américas que se realizará en abril en Lima, a la cual también se espera la asistencia del mandatario venezolano, Urs dijo que el secretario de Estado destacó el tema seleccionado sobre la gobernabilidad democrática contra la corrupción, porque «presenta una oportunidad para generar resultados concretos» y avanzar en la promoción de la democracia.
La canciller de Perú, Cayetana Aljovín, declaró a RPP Noticias que, durante su encuentro, Tillerson «nos comentó acerca de posibles sanciones que están pensando ejecutar» contra Venezuela, tras haber declarado en Argentina que estaban «considerando» sancionar «el petróleo o prohibir la venta en Estados Unidos de productos que vengan de Venezuela».
Aljovín agregó que el secretario de Estado afirmó, durante su visita a inicios de esta semana, que «llega el momento de comenzar a ver la posibilidad de sanciones, tal cual lo ha hecho la Unión Europea».
La UE aprobó en enero pasado sanciones contra siete altos cargos del gobierno de Nicolás Maduro, además del embargo de armas y veto a material que pueda utilizarse para la «represión interna» en Venezuela, aprobados a fines del año pasado.
Por su parte, Estados Unidos impuso ya en agosto pasado sanciones a Venezuela y a su petrolera estatal PDVSA, mediante las cuales prohibió «negociaciones en deuda nueva y capital emitidas por el Gobierno de Venezuela y su compañía petrolera estatal».
Aljovín agregó que Tillerson reconoce que el tema de Venezuela «ya no es un problema sólo de los venezolanos, sino un problema regional».