Venezuela

El Estado venezolano no garantiza la protección de sus emigrantes

Cada vez son más los ciudadanos que al no tener un estatus regular son captados por guerrillas, grupos de tratas de personas y tráfico de drogas. El Estado venezolano tiene una deuda con todos los ciudadanos, y los emigrantes no son una excepción.

El venezolano emigra ante la imposibilidad de vivir dignamente
TEXTO: Manuel Tovar (@mentetransfuga) | FOTOGRAFÍA: Archivo
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No se trata únicamente de los problemas sabidos; la severa crisis económica y social; la represión y persecución a disidentes; la falta de oportunidades laborales; la inseguridad exacerbada; y la escasez aguda de alimentos y medicinas; se trata de que aún a miles de kilómetros de Venezuela, incluso con continentes y océanos de por medio. El venezolano, que sufre ya el destierro y el desarraigo, sigue padeciendo los rigores del gobierno de Nicolás Maduro.

Óscar Hernández Bernalette, internacionalista, embajador e investigador del tema, autor de los libros “Inteligencia migratoria: Me quedo o me voy” e “Inteligencia migratoria las preguntas que hay que hacer antes de emigrar” señaló: “La permanente ausencia del Estado venezolano por contribuir con otros países en los esfuerzos para tratar la migración venezolana».

Continó: «La carencia de apoyo consular de parte de Venezuela a sus compatriotas, con un personal que no está preparado, e incluso la insuficiencia de oficinas consulares, es una muestra del descuido del Estado de reconocer la realidad del país”.

El venezolano dentro y fuera del país sufre la “falta de material” y lentitud de procesos para gestionar su pasaporte, si se le otorgan. Son numerosos los casos de personas que perdieron viajes por no poder tener sus documentos de identificación.

Medidas

En el caso de muchos compatriotas en el extranjero es peor la situación, porque simplemente no pueden retornar o visitar a sus familiares y amigos. Los que cuentan con otro pasaporte han debido, en ocasiones, renunciar a su nacionalidad de origen para poder salir libremente de su país de residencia por la negligencia del Estado venezolano.

Hernández Bernalette manifestó que el Estado y la comunidad internacional deben tomar medidas.

“El gobierno no ha emprendido las acciones necesarias, no sabe cuántos venezolanos hay en el exterior, ni cuáles son las necesidades de esos ciudadanos en los países receptores. Sus pasaportes -que es su documento de identificación en el extranjero- se vencen y no pueden ser renovados, los que los deja en situación de indefensión”.

Cada vez son más los casos que se reportan de venezolanos captados por grupos irregulares, como las guerrillas que los hacen “soldados”; o de mujeres que son llevadas a prostituirse en destinos como México, República Dominicana y España. Incluso de ciudadanos que terminan siendo víctimas de mafias de tráfico de drogas, al no tener una salida legal, ni la documentación para garantizar su estatus como migrantes regulares.

Como otras

La diáspora venezolana se asemeja a otras latinoamericanas como la colombiana, peruana y mexicana del siglo pasado. En estos casos la falta de oportunidades empujó a los ciudadanos a buscar otros destinos. Incluso es comparable con la cubana por la desmotivación política y los férreos castigos a los opositores.

El emigrante venezolano no huye de la guerra como los de Siria, Irak, Afganistán o Libia, pero como ellos busca mejores condiciones de vida.

Ante el drama del desborde de venezolanos que abandonan el país, Hernández Bernalette afirmó que todas las medidas de las naciones receptoras serán insuficientes sin el apoyo internacional de los órganos de Naciones Unidas, como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La magnitud de la diáspora ha sido reseñada por numerosas fuentes, entre ellas la OIM, que calcula que más de 4,5 millones de personas han dejado el país, de una población de alrededor de 31,5 millones de habitantes, de acuerdo a datos del Banco Mundial.

Tres veces por encima de la media

Para cotejarlo en un contexto global, la media mundial de emigración es de 4%, mientras que la de Venezuela es superior a 12%. Con la emigración de 4,5 millones de personas podemos afirmar que 15% de la población venezolana está fuera del país, una tendencia que inició en el año 2000.

Según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados la migración de venezolanos entre 2012 y 2015 aumentó en 2.889% y aunque aún no hay cifras, el éxodo ha ido en ascenso entre 2015 y 2019.

Hernández Bernalette señaló que la responsabilidad y el principal causante de la diáspora es el gobierno venezolano, pero la inserción de este flujo poblacional atañe al Estado receptor.

“América no estaba preparada para esta situación dramática con este éxodo masivo de venezolanos. Esta avalancha de movilidad humana, esta magnitud de extranjeros, los tomó por sorpresa”.

Lidiar con la migración

El experto, sin embargo, recordó que algunos países como Colombia y Brasil han emprendido políticas para lidiar con la emigración masiva de Venezuela, así como Perú, Ecuador y Chile.

“Estos países han buscado paliar el drama humano de estos procesos que es la ilegalidad. Por ejemplo, Colombia califica al emigrado, además hay políticas de reconocimiento. No es que el ciudadano queda al garete listo para ser víctima de corruptelas ni mafias. Colombia tiene 250.000 legalizados que tienen garantías de trabajo y seguridad social. Igual sucede con los 115.000 venezolanos que hay en Perú. Se les reconocen sus títulos universitarios, ahora Chile y Brasil dan legalidad y permanencia”.

A su juicio todos los países han hecho políticas de facilitación migratoria. Destacó casos como Panamá, Costa Rica y México, que flexibilizaron normativas y están alertas a la crisis venezolana porque tienen claro que comparten la responsabilidad con el país de origen.

Precisó que Estados Unidos es el país que más asilos ha otorgado a connacionales. Son más de 21.000 venezolanos en esa condición.

“La ola migratoria a Europa es de menor impacto porque muchos de los que se fueron a ese continente nacieron allí o son descendientes de europeos y al tener pasaportes se les facilita la inserción”.

Crece el fenómeno

Sin embargo, en Europa el número de venezolanos asilados creció en casi 800% en los dos últimos años. Entre 2014 y 2017 aumentó a 3.500%, lo que implica que pasaron de ser 325 venezolanos a 11.980 los que tienen está condición según datos de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo.

El sociólogo Iván De La Vega afirmó a El Estímulo en 2017 que la diáspora venezolana está distribuida en 98 países de los 196 que integran Naciones Unidas.

En los cinco continentes y en lugares muy lejanos como Hong Kong y Australia se formaron redes de apoyo de connacionales expatriados. Incluso en Guinea Ecuatorial, único país de África en que se habla español y persiste la dictadura de Teodoro Obiang, viven 200 venezolanos.

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