En su alocución, el mandatario mencionó los nombres de Rayder Alexander Russo Martínez y Osman Alexis Delgado, uno instalado en el estado de Florida, en Estados Unidos, mientras que el otro fue ubicado en Colombia.
Pero este par ya había sido denunciado en el pasado, con Oscar Pérez como el protagonista de la acusación al señalar en diciembre 2017 que estos eran “infiltrados del régimen”, los cuales se colaron en las filas de grupos relacionados a la resistencia.
De acuerdo con el tweet publicado por el fallecido efectivo del CICPC, Russo Martínez y Delgado grababan las actividades de los manifestantes para venderlas al gobierno.
No obstante, aclaró en su mensaje del 1 de diciembre que estos habían sido descubiertos.
Maduro ordenó que se explique de forma “detallada” a los gobiernos de Estados Unidos y Colombia de “todas las pruebas” que presuntamente conducen a los responsables y cómplices “directos” y pidió a las autoridades de esos países a que extradite a los supuestos autores intelectuales del hecho.
En su discurso oficial el chavismo también ha dicho que los autores intelectuales de lo que califican como un «magnicidio en grado de frustración» son los gobiernos de Estados Unidos y de Colombia, así como los dirigentes de partidos políticos opositores.
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