Aunque se apeló a la unidad, los vestigios de lo ocurrido en la sesión pasada siguen pasando factura- y fracturas-. La fracción 16 de Julio y La Causa R decidieron salvar su voto aludiendo “no conocer el documento”. Sin embargo, en el caso de La Causa R, representantes del partido sí habrían estado presentes en la discusión del documento presentado según señalan fuentes parlamentarias.
El polémico acuerdo plantea -entre otras cosas- declarar inconstitucional lo que califican de “pretensión” de Nicolás Maduro de asumir la presidencia el próximo 10 de enero, alegando que sería ilegítimo porque ya la AN había declarado un abandono del cargo y además, que externa e internamente no se reconoce el proceso electoral del 20 de mayo de 2018.
El punto más polémico fue el número cuatro el cual tuvo que ser leído en tres oportunidades.
Para la fracción 16 de Julio, el documento encierra “implícitamente” la posibilidad de una negociación, mientras que para el resto de los partidos, lo fundamental del acuerdo es que se sientan las bases para procurar una salida unitaria a la crisis política y lograr una transición, para lo que establecen como fundamental la participación de la comunidad internacional así como de la sociedad venezolana.
Otro elemento a destacar del acuerdo es el hecho de que se habla de crear un marco normativo que regule el proceso de transición desde la Asamblea para lo que es fundamental que se concreten dos pasos: desarticular la Asamblea Constituyente (ANC) y restablecer el funcionamiento del Poder Legislativo.
El segundo vicepresidente de la Asamblea, Alfonso Marquina cuestionó que se apliquen las prácticas que le han criticado al gobierno en cuanto a la descalificación del otro por pensar distinto.
Su discurso, como el de otros diputados, sirvió para “drenar” lo ocurrido en la pasada sesión y rechazar los calificativos que se le dieron a los legisladores que no votaron por el acuerdo que establecía, entre otras cosas, declarar a José Luis Rodrigiez Zapatero como “no admisible” como mediador.
“El hecho de que nos acostumbremos al atropello no quiere decir que vengamos a practicarlo aquí”, dijo cuestionando la creación de listas de diputados. “Está es una Asamblea plural. No podemos reeditar los errores contra los que luchamos (…)Nos une Venezuela y la necesidad de una salida que permita reinstitucionalizar el país (…) Este acuerdo no habla de una negociación o diálogo sino de salidas pacíficas y democráticas. De buscas soluciones”, señaló Marquina.
Criticó también que se ponga “bajo sospecha” a los que opinen de forma contraria y recordó que existen cinco partidos inhabilitados, dirigentes exiliados o presos, así como los ataques que ha recibido el Parlamento, tratando de desvirtuar la tesis de que algunos diputados mantengan “agendas ocultas”.
Por su parte, el diputado independiente Luis Florido agregó qué hay unidad en el fondo y objeto: salir de Nicolás Maduro y que las diferencias están en las formas.
“Estamos obligados a ponernos de acuerdo en el cómo (…) Aquí todos somos diputados de oposición”, manifestó recordando que los Cancilleres que participaron en el intento de diálogo frustrado de 2017 plantearon precisamente lo que se habla en el acuerdo presentado este martes en la plenaria.
La unidad sigue siendo una tara pendiente. Ese “cómo” lograr el cambio sigue pesando más que el objetivo que une a todos aquellos que adversan el gobierno de Nicolás Maduro.]]>