También habló de herramientas y habitaciones que se usaban específicamente para torturas, como “la escalera», donde amarraban a las personas. También «El pulpo», que son unas esposas para amarrar por completo el cuerpo”.
El pasado miércoles 5 de diciembre y luego de cuatro años de prisión en los que denunció haber sido víctima de torturas, Saleh habló sobre derechos humanos con la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, la chilena Michelle Bachelet, en reunión sostenida en territorio español.
El defensor de los derechos humanos comentó que la reunión que sostuvo con Bachelet fue “cercana y de trabajo estrictamente en derechos humanos. Ella también sabe lo que es estar presa y la tortura y queramos o no, hay una conexión, una empatía que era inevitable”
“Muchas personas me han criticado por reunirme con Bachelet, pero yo no tengo la culpa que sea la Alta Comisionada para los Derechos Humanos ni de que siendo presidenta haya sido cercana al presidente Chávez. Yo no me reuní con una mujer, me reuní con una funcionaria cabeza de Derechos Humanos de la ONU”, expresó.
Saleh contó que la reunión consistió en actualizar las denuncias “que ya se venían haciendo porque ella –Bachelet- está totalmente enterada de lo que pasa en Venezuela, entiende que hay una violación sistemática de derechos humanos”. Además de confesar haberse sentido “conmovido por ver cómo personas que nunca han estado en Venezuela estaban tan claros de lo que sucede. Eso quiere decir que están trabajando”
Entre lo que también soltó estuvo su “preocupación a que escale aún más la violencia en Venezuela y no se encuentre una salida pronto”. En ese sentido, reiteró su compromiso con la lucha por la defensa de los derechos humanos “Acudiremos a todos los espacios. No podemos dejar de hacer nuestro trabajo como activistas de los Derechos Humanos”. Pero el trabajo es un proceso que lleva tiempo: “yo no le voy a mentir a la gente diciéndole que ya estamos cerca. Es un trabajo difícil que se está haciendo”.