Venezuela

Felipe Pérez propone un detonante para salir de Maduro y su régimen

En el presente artículo se propone acordar, entre la sociedad civil, los partidos políticos del coraje, y demás jugadores relevantes, un detonante fáctico, y activarlo. Que esté bien diseñado estratégicamente, con fundamento jurídico, y con apoyo institucional, internacional, político, militar y popular, para que active y coordine todas las fuerzas a nuestro favor contra el régimen, que conduzca a una calibración de fuerzas, y produzca su salida rápida, negociada, pacífica, que permita iniciar un proceso de rescate y reconstrucción de una nueva república. Como candidato a detonante, se propone una Consulta tipo 16J para elegir un gobierno de transición, previa designación por la AN de un presidente interino por breve tiempo a partir del 10 de Enero.

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Por Felipe Pérez Martí, economista y dirigente político / AFP PHOTO / Juan BARRETO (archivo)

El detonante supone la existencia de fuerzas potenciales muy superiores a nuestro favor, que no están activadas ni coordinadas. El anuncio de dicho evento debe ser hecho por un liderazgo político con capacidad de convocatoria para tener éxito en el encendido del detonante. Por lo tanto, hacemos una propuesta en ese sentido, para conformar lo que llamamos un Pacto Republicano para lograrlo, con apoyo institucional de la AN y del TSJ legítimo.
Empezamos proponiendo la táctica a seguir, dentro de la estrategia del coraje, que incluye la Consulta tipo 16J. Seguidamente hablamos de las bases jurídicas de la propuesta, elaboradas por el abogado constitucionalista Alejandro González. Luego hablamos del nuevo liderazgo requerido, y de los fundamentos estratégicos de la propuesta, que lleva lo más extenso del artículo. Y concluimos. Usamos en nuestro análisis un enfoque estratégico (basado en teoría de juegos), y jurídico (basado en la teoría del derecho aplicado a la política, el derecho constitucional).
2. La táctica propuesta.
La elección sería el detonante que activa y coordina todas las fuerzas del coraje, pero dados los hechos sobrevenidos, la designación del presidente interino desde la AN puede empezar encender el detonante. Los puntos de la táctica son:
2.1. Conformar el Pacto Republicano, PR, como nuevo liderazgo opositor, y hacerlo público.
2.2. Dada la elección de la directiva en la AN, apoyar a su Presidente, Juan Guaidó, para darle garantías de soporte en todos los aspectos del pacto (pronunciamientos militares, internacionales, sociedad civil, partidos del coraje) si asume desde esa posición la estrategia y tácticas del coraje sabiendo que este es un juego de facto, más que de jure e institucional. Lo institucional y lo legal deben basarse en la estrategia y la táctica de facto. No al revés. Hacerle saber que si asume la estrategia del coraje, estará protegido. No hacerlo lo convierte en irrelevante para la transición de régimen. Con gran responsabilidad histórica.
2.3. Impulsar la designación de un presidente interino en la AN el 10 de Enero o cuanto antes, por breve período de tiempo.
2.4. Convocar desde la AN y el PR una elección para conformar un nuevo gobierno de transición, en una Consulta tipo 16J, con la iglesia católica, con un pool de iglesias, fungiendo de garantes junto con los rectores.
2.5. Coordinar para ese día, una vez conocido el ganador, pronunciamientos de reconocimiento al nuevo gobierno las cuatro fuerzas: la militar, la internacional, y la sociedad civil con todos los partidos de oposición, unidos. Los militares desconocen a Maduro como comandante en jefe. Lo mismo los gobiernos de Trump, Duque, Bolsonaro, y también Almagro, el Tribunal Supremo legítimo. Similarmente la AN, los empresarios, trabajadores, estudiantes, y demás sectores y comunidades.
2.6. Con las amenazas creíbles de apoyo militar, internacional, y la calle, se negocia con Maduro su salida desde el nuevo gobierno: un salvoconducto parcial a la cúpula del régimen. Con la mediación de la Iglesia católica, involucrando al Vaticano además de la CEV.
2.7. El nuevo gobierno, que no se re-elegirá, por diseño, duraría tres años, para dar tiempo a recuperar al país en lo económico, lo jurídico institucional, lo político-social.
2.8. Luego de tres años, se dan elecciones con las pugnas normales en democracia.
3. Bases jurídicas de la Consulta Ciudadana tipo 16J para elegir nuevo gobierno.
La titularidad de la soberanía, y del poder constituyente originario, así como el derecho a restaurar el sistema de libertades, son principios y derechos naturales, inherentes a nuestra condición humana. Por tanto, su existencia, vigencia y extensión, no están determinados ni limitados por su reconocimiento (o no) en normas constitucionales, en nuestro caso, en los artículos 5, 72, 73, 347, 333, y 350, Constitucionales, o por las aviesas interpretaciones que sobre éstos hagan los detentadores del poder, en el caso nuestro de vocación totalitaria y delincuencial.
El derecho a restablecer el sistema de libertades tiene fundamento en el principio de necessitas (necesidad política), que a su vez, es el que legitima todo el régimen (constitucional) de excepción, con base al cual, para situaciones excepcionales, deben adoptarse medidas excepcionales.
En tal sentido, ante la situación de vacancia que se producirá el 10 de Enero, la designación de un gobierno provisional puede darse por decisión de la AN en los términos y por la duración que determine la situación excepcional (no sujeta a las limitaciones del art 233 CN). En particular, ante un acto de usurpación por parte del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro.
Asimismo, un gobierno de transición puede surgir (o ser ratificado) a través de una Consulta Ciudadana tipo 16J, con base al mismo principio de necessitas.
Mediante esta Consulta, en ejercicio del poder soberano del que es titular el pueblo venezolano (art 5 CN), este estará ejerciendo su derecho a la restauración democrática (art 333 CN).
4. Liderazgo opositor hasta el presente.
Es urgente la conformación de un liderazgo de oposición que tenga un alto poder de convocatoria y sea capaz de facilitar los urgentes cambios necesarios, y perfectamente posibles. Tanto para echar a Maduro y su régimen, como para construir una verdadera República.
Mientras se debilitaba y disolvía la MUD surgieron dos corrientes claramente opuestas a nivel de partidos y agrupaciones de partidos: los del coraje (SV), y los cohabitadores (Ramos Allup, Rosales, Timoteo, Falcón, Capriles). También se conformó un grupo intermedio, el Frente Amplio, que trató de incorporar a todos de nuevo en un solo bloque.
5. El diagnóstico y el juego político
De hecho, el juego que estamos jugando es el de una confrontación de facto, más que de jure, entre dos jugadores principales, y las estrategias disponibles son las del halcón y la gallina; el coraje y la cohabitación . Cuando las fuerzas son similares, se da con frecuencia una larga guerra de desgaste, con violencia notable. Pero cuando las fuerzas relativas son desiguales, el desenlace es rápido, y pacífico, luego de una calibración de fuerzas, que a veces requiere una breve escaramuza de medición mutua con pocas bajas, que implica que el débil se pone de lado, y el fuerte se queda con el territorio. En el reino animal, la escaramuza dura lo que dura el reconocimiento de quién es más fuerte y quién más débil. En política y fuerzas militares, requiere mucho menos tiempo, si las fuerzas son notablemente desiguales, insisto (puede requerir solo llamadas por teléfono entre los militares en conflicto, para transmitir el número de tropas, tanques, aviones y barcos de guerra).
En nuestro caso, es cierto que somos más débiles en la la práctica, por falta de un liderazgo apropiado de oposición. Pero somos mucho más fuertes potencialmente, pues en cada uno de los ámbitos determinantes, militar, internacional, calle, voluntad política de la ciudadanía, tenemos una notable superioridad relativa. El aparato represivo, que ha engañado a muchos en la oposición, es lo que se conoce como bluffing en teoría de juegos: un alardeo falso de fuerza, que es natural en los casos en que el jugador débil sabe que puede perderlo todo. Es falso porque es un hecho conocido que en lo militar más del 80% está contra Maduro, por ejemplo. Además de las otras fuerzas listadas, a nuestro favor. Claro que el enemigo tiene fuerza en términos absolutos. Pero lo relevante en este juego, de nuevo, es la fuerza relativa.
6. Un nuevo liderazgo de oposición: del coraje.
El problema que tenemos entonces es cómo activar esa fuerza potencial, convertirla en fuerza cinética, y coordinarla para confrontar exitosamente al enemigo, focalizando todo el poder de fuego para la calibración final, con el desenlace pacífico que predice la teoría y que muestra la evidencia empírica en este tipo de juegos.
La calle y la voluntad ciudadana solo se pueden activar con un liderazgo que genere confianza. El liderazgo es el responsable, no la gente, de que no se activen. Un banco, el pueblo, no le da crédito un inversionista, la MUD, que haya malgastado el préstamo, e incumplido las expectativas generadas cuando se le otorgó. La MUD los decepcionó, básicamente porque siguió la estrategia de la cohabitación, que es óptima solo si tienes menos fuerza relativa. Fue al diálogo, a elecciones, sin haber activado su fuerza potencial. En esas condiciones, el resultado de la cohabitación, con dominio del territorio por el enemigo, era de esperarse. Dilapidó así su capital político.
Pero un banco sin inversionistas quiebra, como está ocurriendo con el pueblo. Este está ansioso de un nuevo inversionista, un nuevo liderazgo opositor, en que pueda confiar, para darle todo su capital de liderazgo con capacidad de convocatoria, dado el peligro de muerte general y literal en que se encuentra con esta situación de indefensión. Lo dice no solo la teoría, sino también la práctica, por el entusiasmo que hemos visto en las asambleas populares del Movimiento Libertadores, por ejemplo.
Pero el banco no va a dar crédito a quien no le tenga confianza. Además, las estrategias del coraje y la cohabitación son incompatibles, pues la primera se basa en el diagnóstico de que somos más fuertes, y la segunda en que somos más débiles. En el caso nuestro, cobijar las dos estrategias es paralizante, y determina que triunfa la propuesta de la cohabitación, al tener poder de veto en la práctica.
Por tanto, en materia política partidista, los cohabitadores no pueden estar en la foto del nuevo liderazgo opositor propuesto, pues no activarían la calle y la voluntad ciudadana, popular, la sociedad civil, sino que impedirían su activación, con una propuesta de más de lo mismo, con una clara indefinición, o guabineo, como se conoce popularmente. Es claro que no activarían a la gran cantidad de gente que no está identificada ni con el gobierno, ni con la dirigencia opositora, por la fata de claridad que hay, la confusión, y la desconfianza en ambos polos políticos. El efecto cascada que se espera del detonante, no se produciría con este mal comienzo.
Algo similar pasa en el mundo militar e internacional. Los militares en rebelión no quieren saber nada de la cohabitación, ni de los cohabitadores. Lo mismo la comunidad internacional del coraje, que se sabe que está enojada con ellos, y hasta los quiere sancionar, como a personeros del gobierno. En conclusión, la estrategia debe ser la del coraje. Y el liderazgo debe ser uno en que el banco, el pueblo, confíe por su desempeño pasado, o por su intención creíble de corregir el curso.
7. El nuevo mapa de conflicto: venezolanos vs caza-renta.
Cuando vas a la guerra, debes definir tu enemigo y sus aliados. En otros países en confrontación fáctica, el enemigo es el gobierno dictatorial. En Venezuela, como en los países que padecen del rentismo, el enemigo es el cartel de mafias caza-renta, que tiene ramificaciones internacionales, y delincuenciales y terroristas, y tiene más que ver con la captura del poder político y económico que con ideologías, que son usadas a su favor a su conveniencia para engañar. Dicho cartel viene de antes de Chávez, aunque con Chávez y Maduro se fortaleció y adquirió un claro sentido militarista y geopolítico, con la cúpula militar y la cubana jugando el papel de regentes en el cartel. Su modus operandi implica capturar, y usar como títeres, tanto al gobierno, como a parte clave de la oposición.
En gerencia de negocios, no es necesario conocer al tipo verdadero de jugador, del empleado, para juzgarlo y decidir sobre su idoneidad, o su bonificación por su trabajo. Se juzga por desempeño. Por su parte, tanto los ciudadanos, como los militares en rebelión, como la comunidad internacional, sabemos, tanto del desempeño de la MUD, como del hecho de que la correlación entre la corrupción y cohabitación es muy alta. Y la corrupción relaciona a los cohabitadores con los caza-renta, nuestros verdaderos enemigos, que definimos como tales en nuevo mapa de conflicto. No solo al gobierno, como se ha hecho hasta ahora, erróneamente, pues el gobierno también es un títere aquí.
Ha habido partidos y líderes equivocados, confundidos, es claro. No solo los capturados por el enemigo. Con los equivocados, que han expresado que quieren jugar coraje, de puede llegar a un acuerdo. Pero no con los que juegan a favor del enemigo. Se ha argumentado que, durante la segunda guerra mundial, se unió exitosamente el mundo occidental con Stalin contra Hitler. Fue válido, pues todos ellos tenían el mismo enemigo común. Sin embargo, ellos no se aliaron con Mussolini, pues este quería cohabitar con, no sacar, a Hitler.
Se sabe, finalmente, que el juicio por desempeño entraña errores, pues realmente no es observable claramente quién es quién. Sin embargo, no actuar por lo observable es grave, pues te deja la empresa sin criterios de eficiencia en su gestión, y la lleva a la quiebra. Lo mismo debe aplicarse en política, para poder avanzar, pues lo perfecto es enemigo de lo bueno, como se sabe en gerencia por lo dicho. La inacción, o la tibieza, cayendo en el chantaje del perfeccionismo moral y estratégico deja en el poder al régimen, por una inercia en la que imperan los caza-renta y sus títeres, de lado y lado. Sobre todo en nuestras circunstancias. Los errores se van corrigiendo en el camino, pero fijando una ruta que permita avanzar saliendo del marasmo y la indefinición.
8. El Pacto Republicano y el guerrero exitoso
Nuestro punto débil está en la dirigencia política opositora, pues, que, como está, no genera confianza en la fuerzas potenciales, e implica una gran confusión, inacción y desánimo entre la gente y los actores relevantes. La presente propuesta resuelve ese problema, al definir claramente, para su unión, un solo bloque para el liderazgo: el del coraje.
De hecho, ha habido intentos, secretos, en ese sentido en lo político-partidista. Pero han tardado demasiado tiempo, unos cinco meses, sin concretar la alianza. Mientras tanto, los cohabitadores sí que han armado tienda aparte, y han chantajeado a los del coraje para que se unan a ellos, y se paralicen en la práctica.
La propuesta es conformar un equipo que active y coordine a todas las fuerzas potenciales, por un lado, y establezca una clara táctica ganadora, dentro de la estrategia del coraje, por otro, que consiste en confrontar de facto, por la fuerza, al régimen, pero con una salida pacífica. Como el guerrero exitoso, que primero gana la guerra, porque conforma un equipo y un plan ganador, y luego se despliega en batalla.
Designar un presidente de transición elegido por la AN sin estar organizados y claros en la táctica, en la hoja de ruta, es el comportamiento del guerrero fracasado, que va a la guerra, y luego trata de ganarla. Pero si no se ha conformado el pacto aún, hacerlo puede iniciar ese proceso. Dejar de actuar en esa materia te convierte la sal en sosa, desaprovecha el momento, y puede implicar el inicio del triunfo de los cohabitadores y el atornillamiento del caza-rentismo, sea con Maduro, o con un nuevo títere “opositor”.
La conformación del Pacto Republicano (PR) y la definición de la táctica apropiada, es, pues, el objeto de esta propuesta, para tener una probabilidad cercana al cien por ciento de ganar no solo la batalla de la salida, sino también la guerra del rescate pleno del país.
El Pacto Republicano lo conforman cuatro jugadores: los partidos y agrupaciones políticas, de amplio espectro, que sean democráticas, los militares institucionalistas en rebelión, la comunidad internacional, y la sociedad civil independiente. Todos, adoptando creíblemente la estrategia del coraje.
9. La AN y el nuevo liderazgo político opositor
¿Debe la AN, como han propuesto algunos, tener el liderazgo opositor? Es cierto que puede, y debe, aportar institucionalidad al nuevo liderazgo. El Frente Amplio la propone como el líder, pues equivale, básicamente, a darle el liderazgo a esa agrupación política. Pero no puede ser el nuevo líder hegemónico. Porque eso sería pretender forzar las cosas para que el liderazgo opositor estuviera de nuevo básicamente en la MUD, que como vimos, no genera confianza. El Frente Amplio tiene el mismo problema básico de su predecesor, como dijimos: cobija no solo a algunos partidos y líderes del coraje, sino también a líderes y partidos cohabitadores. Eso te lleva a lo mismo que te llevó la MUD.
Lo que sí se puede hacer es tratar de usar la AN como herramienta del nuevo liderazgo opositor. Teniendo extremo cuidado de no dejar que la fracción cohabitadora asuma el liderazgo, el mando. Ya hemos notado que hay fuertes intentos para que esto ocurra, con una corriente en VP y hasta PJ en este sentido. Si esto ocurriera, habría que invocar el derecho a la rebelión, y actuar desde el Pacto Republicano directamente, para confrontar y sacar a esta dictadura y su régimen, con base fáctica y jurídica, como dijimos al principio.
10. Resolución de las contradicciones entre las agrupaciones políticas del coraje
Como dijimos, se han estado conformando agrupaciones políticas en torno a las dos estrategias generales contrapuestas. Un hito público ocurrió en la AN cuando los partidos del coraje votaron contra Zapatero. Y los cohabitadores a favor. SV, por un lado, y PJ, VP, CR, por otro, sin embargo, no han llegado a un consenso firme de unión en estos cinco meses entre otras cosas por desconfianza mutua. SV no quiere unirse con los cohabitadores, mientras los segundos insisten en el Frente Amplio, que los incorpora en su seno, entre otras cosas.
La idea es que en la parte político-partidista del PR haya una alianza inmediata entre SV y los miembros del coraje del Frente Amplio; mas algunos líderes de izquierda que son democráticos, y no están manchados con la corrupción, la represión, y que aporten y no generen rechazo en la población que queremos activar.
En estos cinco meses, las agrupaciones mencionadas han estado jugando un juego de corto plazo: Cómo organizarse para sacar a Maduro, por ejemplo. Pero eso genera los comportamientos observados: desconfianza; jugar adelantado; desvío de los acuerdos, etc. Pues se está jugando el juego del dilema del prisionero. En que el equilibrio de Nash esperado es el observado: no hay cooperación.
Como sabemos, al cambiar el juego, cambia el comportamiento de los jugadores, si se plantea por diseño ese mismo juego repetido en el largo plazo. No se trata de que los jugadores van a hacer un “sacrificio por el país”, y van a renunciar a sus aspiraciones a ser presidentes. Al contrario, conservando sus aspiraciones legítimas, podrán darse cuenta de que el valor presente de lo obtendrán en la alianza será mucho mayor de lo que lograrían si se desvían de los acuerdos en el corto plazo, como lo dice el teorema de juegos repetidos del dilema del prisionero. Es el tipo de soluciones del pacto de Punto Fijo, mejorado como Pacto Republicano. Si se actúa unidos, no solo se saldrá de Maduro, sino que se tendrá un país próspero, en el cual cada partido tendrá oportunidad en su momento de ser electo para dirigir el país, con la alternancia natural de estos casos, por desgaste del partido de gobierno, y aceptación del veredicto de las urnas.
La idea es que entre los mismos partidos que han generado desconfianza mutua hasta ahora, se transforman ahora en confiables. Pues no se trata de moral individual. Sino de diseño del juego, y el comportamiento esperado por el cambio, que genera los incentivos adecuados para el cambio de comportamiento hacia la cooperación por intereses propios.
Además, con la participación de la sociedad civil; los militares institucionalistas; y la comunidad internacional, se mejora sustancialmente la robustez de dicho pacto, tanto para salir del totalitarismo, como parra salir del rentismo. Y esto aumenta sustancialmente el valor presente de lo que todos ganamos con el acuerdo, al representar condiciones para convertirnos en un país desarrollado y democrático moderno. Y por tanto, aumenta los incentivos para que los jugadores, ampliados ahora en número, se mantengan en el pacto voluntariamente.
Pero aunque hay incentivos claros para mantenerse en el acuerdo, deben existir, en el equilibrio cooperativo, reglas de permanencia, con penalizaciones que evitan por diseño caer en tentaciones de desvíos no previstos. Por ejemplo: Si algún líder político del pacto tiene una reunión con los cohabitadores, o con el gobierno, sin estar autorizado, está sujeto a expulsión y escarnio público por el propio pacto. Con lo cual sus ganancias futuras de tipo político electoral se ven mermadas sustancialmente. Lo mismo para los demás miembros del pacto, por ejemplo el militar, con el tema de la corrupción, las vacunas, el tráfico de drogas, etc.
11. Resolución de conflictos entre los jugadores del pacto, y las profecías auto-cumplidas.
Además de los conflictos al interior de los componentes de los jugadores del pacto, hay que resolver la falta de consenso entre sus jugadores: los políticos, militares, sociedad civil, y la comunidad internacional. Los partidos, por ejemplo, se quejan de que los militares no han actuado. Los militares, por su parte, de que los políticos se tardan demasiado. La comunidad internacional se queja de que no hay un liderazgo confiable interno, una contraparte legítima en lo fáctico. La sociedad civil, de que los partidos y los militares no han actuado para ser consecuentes con la acción de calle de la ciudadanía, con sus muertos por la represión.
Afortunadamente también esto se resuelve con otro cambio de juego. Las acciones tácticas y estratégicas mismas del pacto representan, a nivel de liderazgo, y también a nivel del país (con la elección tipo 16J), lo que se llama un “equilibrio de coordinación”. Los jugadores: políticos, militares, internacional, jugarán su parte, si creen, o saben como en este caso, que los otros jugadores van a hacer lo mismo. Pero no actuarán si creen lo contrario, o tienen demasiadas dudas al respecto. La acción coordinada esperada convierte las creencias en profecías autocumplidas.
La idea es que los jugadores quieren jugar a ganador, no a perdedor. Y compartir los costos de la acción. Un buen ejemplo es el de los militares: si ellos salen por su cuenta (sin esperar que los otros actúen a la vez) a restituir el orden constitucional, y fallan, las consecuencias son extremadamente graves para ellos y sus familias, como se ha visto. Para ellos no hay soluciones intermedias: o salen y tienen éxito, o se quedan conspirando en secreto, preparando la acción en un momento en que puedan, solos, tener éxito, lo cual es mucho más difícil que con el apoyo de los demás aliados del pacto.
Por eso, si ellos saben que tendrán apoyo de los otros jugadores, que jugarán simultáneamente, la posibilidad de éxito está garantizada con alta probabilidad, como es claro por la correlación de fuerzas relativas que hemos mencionado. Por lo cual se animan a salir. Lo mismo para todos los demás, en particular para la sociedad civil: si saben que tendrán apoyo militar, político, internacional, saldrán a la calle a jugar su parte, y saldrán a votar en la Consulta tipo 16J a jugar su parte, sabiendo que habrá éxito, y no pasará como antes, cuando uno de los errores, además del liderazgo, fue la falta de coordinación entre los jugadores.
12. Sobre la inclusión de todos los partidos de oposición
VP y PJ han estado insistiendo en que no debemos “fracturar a la oposición”. Aquí exponemos cómo podemos lograr esa unidad de todos. Pero por etapas. Por lo dicho hasta ahora, es clave que aquí, en la alianza propuesta, estemos jugando con partidos y líderes que se consideran “equivocados” entre sí; y no con partidos que son parte del enemigo, por su desempeño, como los cohabitadores. Con ellos no habrá confianza inicial, como están las cosas, incluso si se cambia el juego. La razón es que, a juzgar por su desempeño, forman parte de los títeres, de los caza-renta, que los capturan para su servicio. Sus opciones son, cohabitar con Maduro, o cambiarlo por una opción más “moderada”, en que ellos tengan más participación en el gobierno; pero ambas dejan el modelo caza-renta sin alterarse. No hay que dejar de lado el escenario que Maduro se atornille, con un cambio de política económica para parapetear un poco la cosa, y pretender durar seis años más. Poco probable. Pero posible. Con colaboración de los cohabitadores.
La presente propuesta es que se puede incorporar a los cohabitadores, pero por etapas y con fuertes condiciones. En este momento definitivamente no pueden aparecer suscribiendo el pacto republicano, por lo dicho de que no activan las fuerzas, sino que las desactivan, y paralizan la acción. La unidad es instrumental, no un fin en sí mismo, pues lo relevante en este juego es la fuerza relativa. Y la unidad de todos en este momento implica más debilidad que la unidad estratégica y táctica de los del coraje solamente.
Sin embargo, los cohabitadores van a tener incentivos, para no quedarse sin votantes, para participar en la Consulta tipo 16J, para postularse para la elección, con sus representantes en la comisión de garantes (el CNE ad hoc). Deben ser sumados en esa etapa y solo de esa manera por lo pronto, en un acuerdo público, con representantes en el CNE ad hoc para contar y validar los resultados. Y se puede conversar con ellos en este sentido, siempre y cuando se haga como PR, y no por parte de los miembros del pacto sin estar autorizados para ello. Lo mismo que con el gobierno: hay que negociar con ellos su salida. Pero como PR. No de manera descoordinada ni con agendas ocultas.
Es clave que los cohabitadores no tengan el liderazgo de la oposición, por conveniencia del país. O que tengan derecho a veto en la decisiones de liderazgo para avanzar, como las que proponemos. Luego de elecciones internas en sus partidos, y de depuraciones, y de cambio creíble de estrategia hacia el coraje, se pueden incorporar, si hay consenso entre los miembros el PR. Luego de la salida de este régimen, se puede discutir e implementar eso. No antes.
En todo esto, recordemos que las estrategias del coraje y la cohabitación son incompatibles: o eres fuerte, o eres débil en neto. No las dos cosas a la vez. Y por tanto, o juegas coraje, o cohabitación táctica. No las dos cosas a la vez: o confrontas, o cohabitas. Y todos los miembros del Pacto deben aportar algo. Asumir algún costo, a cambio de la ganancia planteada. Es imposible conformar una alianza robusta en que algún miembro se quede sin aportar, sin abandonar algún punto en función del interés de todos ganando en neto, sabiendo que el “sacrificio” no es tal, sino un costo superado por la ganancia en cada caso.
13. Acuerdo entre líderes y seguidores en un juego dinámico
Es natural que algunas organizaciones políticas tengan más arrastre que otras en este momento. Pero a todas les conviene la alianza. Esto se llama Equilibrio de Stackelberg, entre líderes y seguidores. A los primeros les conviene más tener 60% de algo, que 100% de nada, o de muy poco. Similarmente a seguidores, les conviene más 40% de algo, que 100% de nada. Y como este es un juego dinámico, los ciclos implican que el líder va a ir cambiando. Siempre dependiendo de criterios democráticos, en que el pueblo decide la alternancia esperada.
14. Sobre la necesidad de actuar rápido. El tiempo del guerrero
El guerrero exitoso se despliega en batalla cuando está listo su equipo y su plan. Eso toma en cuenta las circunstancias externas, y la debilidad o fortaleza del enemigo. Tenemos ya claro lo del equipo, y lo de la estrategia y la táctica. Y que el gobierno esa especialmente débil en términos relativos, por la fracturas internas, y la situación económica y geopolítica. Por otro lado, sabemos que demasiado tiempo se ha perdido sin necesidad. Que la realidad nos está desbordando. Con protestas reivindicativas generalizadas que no van a parar, sin liderazgo, sin contenido político. Con posibles acciones militares unilaterales.
Eso va a ocurrir con o sin liderazgo. La idea es catalizar esas fuerzas en desarrollo y alinearlas, para ser más eficientes. Y lo de la fecha del 10 de Enero, y en días subsiguientes, nos pone no solo en la obligación de hacerlo, sino en la oportunidad de actuar para ganar. En fin, es urgente actuar ya, sin más demoras.
El conformarnos como equipo, entonces, es para ayer. Lo de la táctica hay que acordarlo cuanto antes, con propuestas sólidas que están ya disponibles. El equipo debe tener desde ya una sala situacional para ir reaccionando, y adaptando la táctica de acuerdo a lo que vaya surgiendo sin control, y potenciar la acción estratégica y táctica.
15. Salir a la luz pública o no.
Realmetne es crucial salir a la luz pública en materia de aprovechar el ritmo de los hechos, la hiperinflación y la híper escasez, las quejas del chavismo-madurismo, el rompimiento interno de los caza-renta, las fecha del 10 de Enero y días posteriores. Pues con esto se logra un equilibrio de coordinación más amplio, tipo “sun spot equilibrium”: un evento público que todo el mundo ve, y se auto-coordina automáticamente, aún si antes no habías acordado eso con ellos. La coordinación se extiende entonces más allá de la que existe entre los actores del acuerdo, a la sociedad en general, nacional e internacionalmente, y en lo militar, a toda la gran mayoría de la tropa y mandos medios que no están en los frentes militares coordinados por el Pacto. Se puede diseñar en este sentido la coordinación con el liderazgo de la AN, dependiendo de los acuerdos y de la conveniencia en poder de convocatoria.
Hacerlo en privado no da la señal pública que se quiere, que es imprescindible para poner orden en el caos reinante, sobre todo en materia de debilidad de liderazgo opositor, donde hay un vacío que será llenado por fuerzas que no necesariamente van aportar algo provechoso, como un posible auto-golpe gatopardiano de los caza-renta, que por sus pugnas internas, pueden decidir sacar a Maduro y hacer algunas reformas, pero manteniendo el modelo que los alimenta. O retardar innecesariamente la salida, con muertes por hambre y enfermedad, evitables.
16. Riesgos, oportunidades y costos
La táctica propuesta implica riesgos, claro. Pero una inversión sin riesgos no existe, y eso lo saben tanto el banco como el emprendedor. Sobre eso, hemos escrito, y hay una referencia aquí . Si hay realmente compromiso y conciencia de lo mucho que se gana con esta inversión de relativamente bajo costo, debemos apurar esto, y comprometernos asumiendo lo que implica. Incluso renunciando a algunas aspiraciones temporales, como costo de inversión. Como por ejemplo que Soy Venezuela aspira a ser la única fuerza que liderice. O el Frente Amplio, con la AN como punta de lanza.
Es inevitable que estas agrupaciones van a perder peso frente al Pacto Republicano. Y se pueden conservar como organizaciones, pero con menos peso individual. El Frente Amplio es claro que llevará el golpe más fuerte con esto, sobre todo ahora con sus aspiraciones a liderar desde la AN. De hecho, el día de hoy se produjo una fractura de VP con el Frente Amplio, aunque un comunicado de este reconociendo a Maduro como presidente, y desconociendo el liderazgo del TSJ legítimo como institución apropiada de cara al proceso político que viene, entre otras cosas. En todo caso, eebe asumirse ese costo de ruptura y debilitamiento, si hay el compromiso con el momento histórico, sabiendo las ganancias muy superiores que se van a obtener de esta acción. Y sabiendo que los cohabitadores de todas maneras ya han formado su agrupación por su lado, su propio frente, aunque no siempre lo digan abiertamente. Dejarnos liderizar por ellos, en la práctica no decidiendo nada, no nos va a aportar nada como partidos, ni como país. Es el momento de la acción, o de la perdición.
Los militares y la comunidad internacional también asumen sus costos en este propuesta. Los primeros preferirían una junta militar antes que unas elecciones. Los segundos, imponer un gobierno a su medida. Pero si actuamos juntos, de nuevo, tenemos más posibilidad de éxito, tanto para la caída de Maduro, como para la fortaleza del gobierno de transición, y para el futuro próspero con más ganancias para todos.
17. Consideraciones finales.
La transición tendría el sello de la unidad de toda la oposición y el apoyo popular, militar, internacional, el apoyo político de amplio espectro, para garantizar la gobernabilidad y la derrota definitiva de Maduro, su institucionalidad (el TSJ, CNE, Fiscalía, Defensoría, Contraloría, BCV, Gobernaciones, alcaldías, etc) y los caza-renta nacionales e internacionales. Solo así se podrán tomar medidas fuertes para salir no solo de la crisis, sino del modelo rentista, que tiene fuertes dolientes también en el sector privado y en la cultura popular.
Es claro que muchos diputados en la actual AN deben ser revocados, y una buena parte reafirmados en su responsabilidad. No podemos engañar a nadie en esto. Sabiendo que los cohabitadores se van a oponer a esto. Pero en esto hay que ir de frente, pues la coherencia es lo que nos va a dar el apoyo popular, militar, internacional, y de los partidos con líderes que se van a reafirmar en el proceso revocatorio.
De nuevo, en la elección presidencial no se puede excluir a nadie, para garantizar legitimidad. Los cohabitadores se pueden postular, e incluso el madurismo si quiere. La primera medida del nuevo gobierno, al ser proclamado ganador, será liberar los presos políticos, civiles y militares. Como una demostración de fuerza, parte de la escaramuza inicial, dentro del proceso de calibración de fuerzas militares-policiales.
Estamos seguros que vienen tiempos interesantes, y que la misma realidad nos va a conducir a las disyuntivas excluyentes a disposición: o coraje o cohabitación. Con más alta probabilidad de ocurrencia la primera. Es deber histórico de todos nosotros convertirnos en libertadores. Pues sí que podemos hacerlo. Vienen tiempos buenos, como todos lo estábamos esperando.
[1]          En este juego que escribí hace tiempo, hay que actualizar los jugadores. Cambiar PR (Pacto Republicano) por MUD, y Caza-renta por Gobierno:
            https://www.lapatilla.com/site/2016/10/18/felipe-perez-marti-obediencia-constitucional/
[1]          https://www.lapatilla.com/site/2018/06/12/felipe-perez-marti-la-consulta-tipo-16j-para-elegir-presidente-oportunidad-y-riesgos/
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